Aragón

Así es el test que detecta la presencia de avellana y almendra en los alimentos procesados

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Un test, que emplea un sistema similar al de los de embarazo, permite detectar la presencia de alérgenos como la avellana y la almendra de forma simultánea e independiente en los alimentos procesados.

Las alergias alimentarias son cada vez más crecientes y el número de personas con intolerancia y alergias a determinados alimentos sigue aumentando año tras año. Dentro de ellas, una de las más generalizadas en la sociedad española es la relacionada con los frutos secos, siendo la más frecuente junto con la de las frutas.

Una alergia alimentaria que hace que muchas personas alérgicas tengan dudas sobre si pueden consumir o no determinados alimentos procesados porque pueden contener trazas de frutos secos o haber una contaminación cruzada en su elaboración, que podría causarles una reacción alérgica en el caso de ingerirlos.

Para evitar este tipo de situaciones, se está trabajando en un test rápido, que es similar a los test de embarazo o de VIH, que permite detectar la presencia de avellana y almendra en los alimentos procesados de forma simultánea e independiente, según ha explicado María Dolores Pérez Cabrejas, catedrática de Tecnología de Alimentos de la Universidad de Zaragoza e impulsora de este proyecto, que ha sido premiado por la Cátedra AgroBank de la Universidad de Lleida, a elEconomista.es

Este test tiene la ventaja de que es el único que detecta de forma simultánea e independiente la presencia de alérgenos relacionados con la avellana y la almendra, aparte de poderse hacer in situ en la industria alimentaria para el control de las materias primas utilizadas, superficies y el producto final.

De hecho, tan solo hay que extraer una pequeña cantidad de alimento que se tritura o bien un poco del líquido para coger un extracto que se pone en un tubo en el que se coloca una tira e indica si el resultado es positivo o negativo.

El test tiene varias posibilidades de uso. Por ejemplo, pueden ser utilizados como test de campo, aparte de ser empleados en las industrias alimentarias, servicios de catering, comedores escolares o para inspecciones de alimentos comerciales en el mercado, entre otras opciones.

La idea de este proyecto, en el que también participa la empresa Zeulab, surgió porque este tipo de alergias "duran toda la vida".

Además, a pesar de que en los alimentos procesados puede haber una pequeña cantidad de almendra o avellana, las personas alérgicas experimentarían una reacción y podrían sufrir un choque anafiláctico con su ingesta, que les llevaría a la muerte.

En España, los alimentos procesados tienen que especificar en su etiquetado su composición, indicando la presencia de frutos secos cuando se emplean como ingrediente.

Esto no supone ningún problema, aunque el inconveniente se produce cuando, por ejemplo, "una empresa produce barritas de chocolate y almendra y otras barritas sin almendra porque se tiene que asegurar que no hay trazas de alérgenos" ni se ha producido una contaminación cruzada en el alimento.

Esto lleva a que, para garantizar la inexistencia de alérgenos, se empleen etiquetados abusivos y que "restringen la elección del consumidor", aparte de generarse una falta de credibilidad en torno al etiquetado, porque es un "etiquetado preventivo".

De esta manera, con este test se evitaría el uso indiscriminado de este tipo de etiquetado preventivo en la industria, que podría implementar más fácilmente un plan de gestión de alérgenos.

Este test es fruto del trabajo de alrededor de seis meses, aunque ya se contaba con experiencia previa en otros alérgenos como la leche, huevos o soja.

De momento, el test está en fase de validación y se prevé que esté en el mercado en unos seis meses aproximadamente.

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