
El director general de Opel España, Antonio Cobo, ha subrayado este jueves la necesidad de que las empresas sean competitivas en un sector como el de la automoción, un mercado en constante evolución y que afronta grandes desafíos y retos de futuro.
Cobo ha participado en el XXIII Congreso de Calidad en Automoción, que se celebra este jueves y viernes en Zaragoza con el lema 'Calidad y conectividad' y que ha sido inaugurado, además, por la consejera de Economía, Industria y Empleo del Gobierno de Aragón, Marta Gastón, y el alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve. En este foro, el director general de Opel España ha indicado que la calidad es "el principio y final de todo lo que hacemos".
Ha recordado que Opel, que forma parte ahora del grupo PSA, llegó al municipio zaragozano de Figueruelas en 1982 y, desde entonces, ha fabricado más de 13 millones de vehículos, una cifra "que empieza a quedarse corta", dado que pronto se alcanzarán los 13,3 millones y todos ellos tienen un elemento diferenciador, su "calidad".
'Pasión por la calidad' es el lema de una factoría que produce cada día 1.900 vehículos y que se acercará a los 2.100. Se han realizado en esta planta seis generaciones del Opel Corsa, con más de diez millones de Corsas vendidos y en 2019 llegará "una nueva generación", con el Corsa "fabricado cien por cien eléctrico".
"Pocas factorías pueden presumir de haber tenido un modelo como el Corsa más de 35 años en la misma planta y con el mismo equipo", unos profesionales que tienen en los clientes y la calidad dos de sus principales prioridades.
Antonio Cobo ha defendido que el automóvil ha marcado "un antes y un después" en la calidad de vida de los españoles y es un sector "dinámico, potente, innovador, internacionalizado" y también "caótico, con una competencia feroz" y en el que la tecnología ofrece infinitas posibilidades.
Dos pilares
No obstante, hay "dos pilares que se mantienen: la competitividad y la calidad en todos los ámbitos", dos ejes por los que Opel apuesta para adaptarse a los grandes cambios que está experimentando el sector y que llevará a los fabricantes a pasar de ser "fabricantes tradicionales de automóviles a proveedores de servicios".
Ha relatado su experiencia personal en el sector del automóvil, para observar que el concepto que se tiene de calidad ha ido cambiando con el tiempo. Al principio se asociaba con la idea de "cero defectos", de fiabilidad y durabilidad, si bien en los años 90 se comenzaron a tener en cuenta también otros factores "muy diferentes", como la elegancia, "la sensación que te produce el productor, el olor de un coche al montarte, la armonía de sus materiales", pero todo ello "no fue suficiente tampoco" y ahora se busca "la satisfacción total del cliente".
Para ello, Cobo ha aconsejado que cada empleado de la empresa se convierta en un director de calidad y que sean conscientes de que cualquier desperfecto "es un despilfarro al final", cumpliendo la máxima de "no generar defectos, no mandar ningún defecto y no recibir ningún defecto" en cada línea de producción.
En cuanto a la conectividad, ha observado que se trata de satisfacer las demandas de los clientes y "tienes que estar". En este punto, se ha referido a la robotización y digitalización de los procesos de producción al observar que en algunas tareas el factor humano "ha llegado a su límite" y las tecnologías contribuyen a mejorar los procesos y, como ejemplo, ha mencionado la labor de revisión de los acabados de los vehículos.
"Algo más caros que Vigo"
El director de Opel España ha asegurado, al respecto, que la llegada de las tecnologías no ha conllevado un descenso en el número de trabajadores, "ha habido un incremento de la productividad, pero no un descenso de trabajadores", ha recalcado, para defender que los avances tecnológicos implican "más calidad y más eficiencia".
Antonio Cobo se ha referido también al cambio que ha supuesto para la planta de Figueruelas pasar a formar parte del grupo PSA, al comentar que en cuanto a los sistemas de calidad se mantienen los mismos parámetros, aunque ha admitido que en la planta zaragozana "somos algo más caros que en Vigo en la fabricación de vehículos", algo que se está estudiando para detectar dónde está la diferencia, "pero en calidad no hay diferencias".
"PSA es un grupo muy rentable", ha asegurado, para apuntar que se están comenzando a fabricar vehículos en el Norte de África, lo que obligará a la industria europea a mejorar su competitividad. "No podemos llegar al nivel que tienen ellos", pero será necesario diferenciarse.
Respecto a la producción del vehículo eléctrico en Figueruelas, se ha mostrado satisfecho de que Zaragoza sea la primera planta de Opel que fabricará un coche "cien por cien eléctrico", aunque ha manifestado que en ciertos componentes, como las baterías, el liderazgo lo mantiene China. "Los vehículos eléctricos son tremendamente fiables" y ha estimado que el Corsa eléctrico "se debe vender mucho mejor que el Ampera".