Aragón

Cerca de 2.200 establecimientos aragoneses evitan la contaminación de 5.360 toneladas de aceites usados

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SIGAUS, el Sistema encargado de gestionar este residuo peligroso en España, ha atendido la recogida de aceites usados en 2.191 establecimientos de 280 municipios aragoneses.

SIGAUS recogió el año pasado en Aragón la cantidad bruta de 5.360 toneladas de aceites usados, el 38% procedente de talleres de vehículos, aunque el aceite industrial se consume en numerosos ámbitos empresariales como transporte, construcción o cualquier actividad en la que haya máquinas, engranajes, turbinas o compresores que requieran el uso de lubricantes para refrigerar, aislar o disminuir la fricción entre piezas.

El aceite usado se recogió en 262 municipios, que suponen el 94% de las localidades totales donde se fue a recoger, recuperándose 2.232 toneladas de residuo, que representan el 42% del total recuperado.

Según explican desde SIGAUS, en general, son zonas alejadas de los centros urbanos, lo que exige una compleja logística y en las que la recogida es especialmente importante por el riesgo ambiental que se evita, ya que la mayoría de espacios protegidos se encuentran en este medio.

Y es que el aceite industrial usado es un residuo que, por su toxicidad, su escasa biodegradabilidad y sus efectos sobre la salud y el medio ambiente, es considerado peligroso y muy contaminante. De hecho, los vertidos incontrolados provocan efectos nocivos sobre el agua y la tierra.

Además, su combustión incontrolada conlleva la emisión a la atmósfera de gases tóxicos con cloro o plomo, entre otros, que tienen efectos muy negativos y que ponen en riesgo la supervivencia de especies vegetales y animales, que en algunos casos están en peligro de extinción.

En concreto, en espacios protegidos, se recogieron en Aragón algo más de seis toneladas de aceites usados, que se generaron en cinco establecimientos como instalaciones que se encuentran en paradores de turismo, empresas de gestión de agua o clubes náuticos, entre otros, ubicados en algunos de los 24 municipios con espacios protegidos.

En Aragón existen actualmente 14 especies en peligro de extinción (entre flora y fauna) que, en algunos casos, habitan a tan sólo un perímetro de 10 km de distancia de establecimientos que generan aceites usados, y a las que hay que proteger del impacto negativo de este residuo peligroso.

Se trata, por ejemplo, de mamíferos como el Visón europeo (Mustela lutreola) o aves como el Quebrantahuecos (Gypaetus batbatus), o el Milano real (Milvus milvus) entre una amplia variedad de otras especies y flora vascular.

La cantidad neta finalmente gestionada y valorizada en Aragón fue de 4.690 toneladas, destinándose a regeneración, el tratamiento que permite extraer aceites base utilizados en la fabricación de nuevos lubricantes, un total de 1.365 toneladas.

La cantidad destinada a este tratamiento permitió devolver al mercado 909 toneladas de lubricantes, una cantidad que podría servir para el llenado del cárter de más de 224.500 turismos, el equivalente al 38% del parque móvil de turismos de Aragón. En términos medioambientales, este tratamiento de los aceites usados hizo posible evitar la emisión a la atmósfera de 4.096 toneladas de CO2.

Los aceites usados que no fueron regenerados se trataron para su posterior valorización energética. El producto resultante es un combustible de uso industrial utilizado en centrales térmicas de generación eléctrica, cementeras, papeleras, equipos marinos, etcétera, evitando con ello la utilización de otros combustibles tradicionales como el fuel óleo.

A este tratamiento se destinaron el pasado año 3.325 toneladas que permitieron la generación de una energía equivalente a 36 GWh, equivalente a la consumida por el movimiento de todos los trenes del Metro de Madrid durante 36 días.

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