
Tres de cada cuatro aragoneses consigue desconectar del trabajo durante sus vacaciones de verano. La comunicación iniciada por la empresa o la dificultad para desvincularse de las cuestiones laborales son las principales causas que impiden esa desconexión durante los días de ausencia del trabajo.
Cuando quedan pocos días para que comience agosto -tradicionalmente el mes por excelencia de las vacaciones-, muchos trabajadores se preparan para disfrutar de sus días de descanso. Pero, ¿realmente se logra desconectar o se sigue vinculado con el trabajo?
Parece que los aragoneses, al menos, la mayoría sí lo consiguen. El estudio realizado por Randstad pone de manifiesto que el 78,6% de los trabajadores en la comunidad aragonesa sí logra evadirse del trabajo durante sus vacaciones.
Un porcentaje que es más elevado que la media nacional en 0,8 puntos porcentuales, ya que el 77,8% de los españoles ocupados sí desconecta de su trabajo en el tiempo de ocio vacacional.
Pese a ello, en Aragón, todavía hay un 21,4% que afirma que no logra desconectarse del trabajo durante las vacaciones. Y, ¿por qué no lo logran? Entre las principales razones destaca la dificultad de desvincularse de los temas laborales y el contacto con la empresa, que comenzaría la misma compañía.
Son dos causas que reconocen tres de cada diez trabajadores. Además, esta falta de desconexión también se produce porque se es el único profesional que realiza esas funciones en la empresa -lo afirma el 25%-, y también por que es el propio profesional el que contacta con la empresa (uno de cada diez) y por problemas al delegar en otro compañero (5%).
La encuesta también refleja que el 80,6% no mantiene ningún contacto por la compañía durante sus vacaciones, mientras que el 19,4% sí lo hace. Los canales más utilizados son la mensajería instantánea, que apunta el 42,9%; las llamadas telefónicas (38,1%), y el correo electrónico (28,6%).
Por edades, los menores de 25 años son los que menos consiguen desconectar (30,8%), seguido de los que tienen entre 25 y 45 años (23%) y de los mayores de 45 años (15,4%).
Sobre el tiempo que se precisa para desconectar, el 25,6% reconoce que lo hace en menos de un día, mientras que el 21,3% asegura que le cuesta entre una y dos semanas. Además, el 15,3% necesita entre cuatro y siete días y el 9,4% lo hace después de dos semanas.
Por cargos o puestos de trabajo realizados, son los directivos los que tienen más dificultades para desconectar durante las vacaciones, ya que el 85,7% señala que no lo logra, seguidos de los altos directivos con el 37,5%, los managers (34,9%) y técnicos (27,2%).