La presencia de influencers, bloggers, celebrities en redes sociales y en Internet a través de blogs y de otras plataformas online ha introducido cambios en el mundo del marketing. Muchas empresas se fijan en estas figuras para sus campañas de marketing con el fin de aumentar sus ventas. Sin embargo, hoy en día los followers no ayudan a pagar nóminas y, en muchas ocasiones, las campañas no consiguen los suficientes impactos ni ventas del producto de la empresa. ¿Por qué? Varios son los motivos que explican esta situación ante la que las marcas y compañías pueden poner solución dirigiéndose hacia el Perfomance Marketing.
El Influencer Marketing es una tendencia que, desde hace ya algún tiempo, está en boga para promocionar los diferentes productos de una marca a través de los influencers o celebrities, que los exhiben a través de sus redes sociales, principalmente, plataformas como Instagram. Es una opción que muchas marcas barajan con el fin de promocionar sus productos y dinamizar sus ventas. Una idea que es habitual que se asiente en el número elevado de followers que suelen tener los influencers.
Sin embargo, a día de hoy, se ha constatado que tener muchos followers no implica el éxito de la campaña de marketing. Además, en muchas ocasiones, tampoco se percibe un retorno claro e importante para la empresa, que no consigue aumentar las ventas de ese producto.
¿Por qué se producen este tipo de situaciones? Principalmente, hay tres factores detrás de estos casos, según ha explicado Fernando Moliné, fundador y director de Influinvest Marketing a elEconomista.es, quien ha participado en la jornada Hoy es Marketing, organizada por ESIC en Zaragoza con la conferencia 'Los followers no pagan nóminas. Ventajas del Performance Marketing con Influencers'.
En esta conferencia habló de los tres principales problemas del Influencer marketing a día de hoy:
1. Seguidores: El número de seguidores es uno de los grandes problemas del Influencer Marketing. "Por 500 euros puedes ser influencer. Esto hace que no te puedas guiar por el número de seguidores porque pueden comprarse en el mercado fácilmente". Así, el número de followers se manipula de manera sencilla.
2. Engagement: este factor es también importante porque los "influencers o aspirantes siguen estrategias para crecer orgánicamente" como darle a 'me gusta' o hacer comentarios para conseguir seguidores, así como seguir a personas para que ellas les sigan a ellos. "Si se lanza una campaña no me sirve esta audiencia porque son otros influencers o aspirantes los que la van a ejecutar". Y es que los resultados pueden ser falseados porque es la propia comunidad del influencer la que le ayuda.
3. Reactividad: esta es otra de las claves que es decisiva. "Al lanzar una campaña en Perfomance Marketing se crean impactos y va a la audiencia de influencers. Ese impacto en la audiencia es el que va a hacer conseguir el objetivo. Al lanzar campañas en un blog o publicación se produce un impacto que tiene una reacción y es por lo que la marca va a recompensar al influencer". Sin embargo, con las métricas de las redes sociales no se pueden obtener esos datos porque se registra, por ejemplo, si se hace clic en 'me gusta', pero no se registra el impacto en ventas, entre otros conceptos.
Tres factores que explican que "los me gusta no pagan las facturas" y "sí lo hacen las ventas" en una empresa. "Nosotros, al estar al lado de las marcas en Marketing, vemos que las publicaciones orgánicas están muy bien y tienen una comunidad, pero las empresas no pueden vivir del aire. Se necesitan unos resultados".
Para evitar los problemas actuales del Influencer Marketing y que las empresas se dirijan hacia el Performance Marketing, la startup aragonesa Influinvest Marketing aplica un sistema basado en la "métrica pirata", que se basa en la activación, adquisición, recomendación, recursos monetarios obtenidos y retención del cliente con el que se consiguen mejores resultados en las campañas de Performance Marketing y en las que el influencer recibe una remuneración económica por objetivos cumplidos en lugar de recibir una cantidad fija.
"El 88% de las empresas quieren ir hacia el Performance Marketing porque ven que es un perfil interesante" y se han dado cuenta de la burbuja que se está produciendo, sobre todo, en sectores como la belleza y la moda. "Es la solución porque las empresas quieren ver resultados".
Y esto lleva a que se estén creando dos grupos: celebrities, que son los perfiles de usuarios famosos, que difícilmente irán a Performance Marketing, mientras que el otro grupo es del los influencers reales que van a tener que dirigirse hacia este tipo de campañas para profesionalizarse. "Muchos influencers o aspirantes piensan que se cobra por nada, pero detrás de un influencer hay mucho trabajo, estilo, storytelling, branding personal, calendario de publicaciones... Con el Performance Marketing se consigue un sistema más justo y se pone en valor al influencer".
Además, se crea una relación de 'win-to-win' porque "el influencer trabaja y cobra por ello y, en consecuencia, puede vivir de esta actividad, y la marca gana porque sabe a qué se destina el dinero que invierte, puede optimizar la inversión y maximizar resultados".
Pero esto también requiere un esfuerzo por parte de las empresas tecnológicas para conseguir que el perfil del influencer esté muy vinculado con la marca y haya una conexión porque "no puede promocionar un calzado vegano alguien que publica fotos de hamburguesas".