
La empresa bodeguera apuesta por la tecnología IoT para realizar un control predictivo de los viñedos con el fin de mejorar la productividad, ahorrar costes y aumentar la capacidad predictiva para determinar el comportamiento de las cepas durante el proceso de maduración de la uva.
La bodega española Pago Aylés, en colaboración con los expertos de agricultura de medición de la empresa remOT Technologies, ha puesto en marcha un proyecto de IoT con tecnología de Libelium en sus viñedos con el fin de ganar eficiencia productiva y conseguir un modelo predictivo de la gestión de las viñas para una mejor toma de decisiones, teniendo en cuenta datos objetivos.
El objetivo de este proyecto de innovación es modelizar y poder establecer patrones de comportamiento predictivo en el viñedo, que afectan a su calidad, producción, ciclos biológicos, potenciales plagas y enfermedades.
De esta manera, se pretende disponer de información certera para, por ejemplo, saber cuándo y cómo regar y el momento en el que es necesario tratar la planta. Además, los datos objetivos igualmente permitirán conocer el vigor óptico y cuál es la capacidad productiva óptima.
Desde la bodega se dispondrá así de información para tomar decisiones anticipadas de estrategias de producción para también estandarizar la producción en términos de calidad y cantidad. Esto permitirá a su vez que la bodega mantenga su posicionamiento de mercado en unos niveles de calidad-precio elevados y en una mejor gestión con un mayor margen de maniobra para tomar decisiones que minimicen el riesgo, reduzcan los costes de mantenimiento, se logre una mayor eficiencia y se registren menores costes de producción que los competidores de esta empresa bodeguera.
En concreto, con este sistema, la bodega espera obtener en el primer año del proyecto un aumento de la calidad del 25% por el mayor conocimiento de la explotación, lo que redundará a su vez en una mejor gestión de los recursos en función de los objetivos productivos. También, en términos de retorno de inversión, se esperan reducir los costes de gestión de la información un 30% y entre el 10% y el 50% los costes productivos o de competencia en función de la añada.
Para conseguir estos objetivos, el proyecto aúna la agricultura de medición manual con la tecnología de sensorización, creando una red mallada de punto de control a lo largo de más de 100 puntos con unos 25 parámetros de medida.
Mediante la colocación de equipos de medición continua de diferentes parámetros del cultivo en lugares estratégicos, se han obtenido patrones de comportamiento y modelos predictivos.
En concreto, en estos modelos predictivos se combinan los datos registrados mediante medición in-situ con los datos proporcionados por las estaciones agroclimáticas y los sensores de suelo.
El sistema desplegado en los viñedos se basa en dos dispositivos Waspmote Plug & Sense! Smart Agricultura de la empresa Libelium, que automáticamente monitorizan parámetros como la temperatura, humedad y presión ambiental, la temperatura del suelo, la humedad del suelo, pluviometría, velocidad y dirección del viento.
Los datos recopilados se envían a través de 4G directamente a la cloud de Microsoft Azure. En el proyecto también se emplea la solución Agrimés, una aplicación web que trabaja sobre el cloud de Microsoft Azure. Con esta app, desarrollada por remOT Technologies, se ven los datos en formato de tabla de valores o gráfico y se pueden comparar los mismos parámetros entre diferentes fechas.
Pago Aylés es una bodega dedicada a la elaboración de vinos de crianza. En la actualidad, es la única calificada como "Pago" en Aragón, elaborando los vinos de Pago, que son muy apreciados por los consumidores y para los que la reglamentación europea establece mayores estándares de calidad para su elaboración.
Los orígenes históricos de la bodega se remontan a la Edad Media. En el siglo XII, los monjes Cistercienses ocuparon las 3.000 hectáreas de la propiedad elaborando allí sus primeros vinos. En los años 90, la familia Ramón, actual propietaria del Pago, se hizo cargo de la finca recuperando, modernizando y actualizando la producción para llevarla a los más altos estándares de calidad y obteniendo así la denominación "Vinos de Pago".
Dentro de sus vinos, destaca el "S de Aylés" de 2015, que recientemente ha sido distinguido con el premio Gran Bacchus de Oro en la XVI edición del Concurso Internacional de Vinos Bacchus.