
La compañía dejará de producir en Zaragoza los lavavajillas en el horizonte de 2019 para centrarse en las placas de inducción y hornos con el objetivo de ser referente en este segmento de electrodomésticos y convertirse en referente en innovación.
El año 2019 supondrá un antes y un después en la historia de BSH Electrdomésticos España en Zaragoza. En esta fecha -previsiblemente hacia mediados de 2019 o finales de ese ejercicio-, está previsto que se deje de producir en las instalaciones zaragozanas de Montañana -donde tiene dos plantas-, los lavavajillas con el fin de centrar la actividad en las placas de inducción y en los hornos para convertirse en referente mundial en este sector.
Un cambio en las líneas de actividad ante el que en BSH Electromésticos España se está tranquilo porque las previsiones y perspectivas son positivas y no habrá ajustes de empleo. "La reactivación en el consumo nos da satisfacción y nos tranquiliza", según ha explicado Fernando Gil, director general de BSH Electrodomésticos España.
La empresa tiene una "posición fuerte" con una "cuota de mercado de alrededor del 40%. Somos optimistas para los próximos años. El horizonte cercano lo vemos con un razonable optimismo". Un optimismo que se asienta sobre los niveles de producción y la evolución tanto del mercado español como los internacionales a los que se destina el 75% de la producción de Zaragoza.
El mercado de inducción también ofrece buenas perspectivas de crecimiento. "En España, estamos en límites altos y crecerá poco porque ya se produjo el cambio hacia la inducción, pero tenemos capacidad de crecer en mercados que son gasistas o vitrocerámicos y que son muy fuertes". El objetivo de la compañía también es expandirse hacia mercados como el norteamericano y el chino que suponen una gran demanda en términos de volumen, así como mantener su posición de liderazgo en Europa.
Además, gracias al centro de competencia en inducción de Zaragoza, la empresa tiene "altas competencias en desarrollo de producto". Dentro de este centro, en el que trabajan cerca de 200 personas, también está el equipo de desarrollo informático para la interfaz de usuario, que se creó hace dos años y en el que hay 20 empleados.
Una apuesta por la innovación, que se complementa con otro centro de competencia en Zaragoza centrado en materiales y superficie, que se consolidó en 2014, y que es transversal, y al que ahora se suma un tercero en el que se ha comenzado a trabajar para el área de lavadoras y secadoras, que estará situado en las instalaciones de la empresa en La Cartuja (Zaragoza), pero en el que se contará con la colaboración de la planta de Esquíroz (Navarra).
Unos proyectos con los que las previsiones de facturación y de producción son favorables para 2017. BSH Electrodomésticos España. "No ganaremos cuota de mercado, pero la evolución será positiva y, en términos de resultados, va a ser un año más positivo que otros ejercicios".
Para esta evolución y el cambio en la actividad, BSH Electrodomésticos España se ha venido preparando a través de un plan de inversiones. "En los tres ó cuatro años anteriores y en el actual hemos invertiremos 80 millones de euros". Una cuantía de la que alrededor del 75% ya está ejecutada, habiéndose destinado principalmente para renovar antiguas naves industriales y para las instalaciones dedicadas a inducción y hornos.
Consolidar el crecimiento
Con estos planes, BSH Electrodomésticos España sienta las bases para la consolidación de su futuro en Zaragoza tras haber sabido capear la crisis económica, que sobre todo afectó a ese 25% de la producción que se destina al mercado español, habiéndose ya recuperado los niveles de producción previos a la crisis, sobre todo, gracias a los mercados exteriores.
La clave del éxito no ha sido otra más que compensar mercados, "tener un buen producto" y marcas bien valoradas por el consumidor, así como la innovación y los centros de competencia -España es motor de competencia-, y capacidad de inversión.
Y, a todo ello, se suma "el equipo humano que se tiene en España" y al que recientemente se han incorporado 22 personas. En total, la compañía tiene una plantilla de 3.960 empleados, de los que 1.209 están en la planta de Montañana y 334 en La Cartuja. Además, 367 trabajan en las oficinas de Pla-Za.
En Zaragoza también están ubicados los servicios de atención al cliente, con 587 empleados, y el equipo comercial para España, que emplea a 126 personas.