
La empresa zaragozana centra su actividad en el desarrollo de software, webs y apps móviles, utilizando la metodología ágil. Una forma de trabajo novedosa, que se basa en el desarrollo interactivo e incremental en el que los requisitos y soluciones evolucionan con el tiempo según la necesidad del proyecto.
Esta forma de trabajar es diferente a la que hasta ahora se venía realizando en el sector y que constituye la apuesta empresarial de la empresa zaragozana Coding Stones, formada hace un año y medio aproximadamente por cuatro jóvenes, que "ya nos conocíamos de la comunidad de software en Aragón. La mayoría ya trabajábamos como freelance en proyectos con clientes de diferentes perfiles. Estábamos muy alineados en la forma de ver el software y decidimos juntarnos para crear una marca y acceder a clientes nacionales y tener más fuerza", según ha explicado Alberto Gualis, uno de los emprendedores y fundadores de Coding Stones, a elEconomista.es
La empresa -fundada también por los emprendedores Néstor Salceda, Javier Rubio y Dani Latorre-, centra su actividad en dos líneas principales. Una de ellas es del desarrollo de software, webs y apps móviles en las que se encargan principalmente de "construir la base tecnológica y ayudar a las empresas con lo que ya tienen o con nuevos productos porque, a veces tienen problema de talento, o bien se necesita ir más rápido en el caso de las startups", entre otras situaciones.
Además de esta línea de actividad en la que construyen aplicaciones web sobre las que se asientan los negocios y desarrollan aplicaciones móviles Android e híbridas, también trabajan el training, formación y consultoría en la que se centran en ayudar a otros equipos y empresas a mejorar a nivel tanto técnico como tecnológico. "Damos algún curso específico o training para formar el personal de la empresa. Estamos abiertos a la formación a medida".
Coding Stones trabajan con todo tipo de proyectos, que desarrollan tanto para grandes empresas como pymes, startups... en los que aportan el valor añadido o diferencial, frente a otras empresas, de utilizar metodologías ágiles y el hecho de "ser un equipo pequeño, alineado y compacto. Trabajamos juntos con un objetivo común en el proyecto. Es una forma de trabajar que se conoce en el mercado y las empresas grandes tienden a trabajar de esta manera".
La principal diferencia con estas metodologías ágiles es que "los proyectos de software los concebimos como un camino de aprendizaje continuo. Ni el cliente ni nosotros tenemos claro desde el día 1 cómo va a acabar el producto" por lo que "desarrollamos de forma que organizamos el trabajo en pequeñas iteraciones en una o dos semanas en las que construimos el producto y, en ese período, se va añadiendo más valor en lugar de definir de primeras lo que tiene que tener el producto. Se va haciendo un feedback continuo. Nuestros clientes son conscientes de que hay que trabajar codo con codo. Es la mejor manera de hacerlo".
En el año y medio de actividad, la empresa ha desarrollado su actividad principalmente en España, aunque no se pierde de vista el mercado internacional con países como Estados Unidos, aunque el objetivo es mantener la sede en el país.
Pero Coding Stones, que tiene su sede en el CIEM de Zaragoza, no quiere correr y crecer rápidamente. De hecho, no se plantean un crecimiento en el medio y largo plazo porque "una de nuestras mayores fortalezas es ser un equipo pequeño y la podríamos perder si crecemos. Hasta ahora hemos elegido los proyectos. No tenemos gran ambición de crecimiento. Estamos a gusto trabajando con este pequeño equipo".
Son los planes de futuro de los cuatro emprendedores de Coding Stones, que se definen como un grupo indie de desarrollo de software porque "somos un grupo independiente, y no nos imponen normas. Nos dan total flexibilidad. No tenemos socios y eso nos da libertad".