
Estos jóvenes serán los encargados de liderar la transición hacia la cuarta revolución industrial, siendo la palanca que puede impulsar la renovación completa del sistema económico, además de contribuir a crear una verdadera cultura europea.
Es una de las conclusiones que se extrae del libro 'Millennials. La generación empendedora', que está coordinado por José María Álvarez Monzoncillo y Guillermo de Haro, publicado recientemente por la Fundación Telefónica en su colección Ariel, y que se ha presentado en el Patio de la Infanta de Ibercaja en Zaragoza dentro de una jornada organizada junto con ADEA.
Esta generación puede transformar la sociedad en sus diferentes ámbitos utilizando tecnologías digitales en un contexto bastante amplio, según ha explicado José María Álvarez, quien ha añadido que no se trata solo de Internet, sino de una conexión del mundo de la empresa "con lo bio y el uso de las tecnologías" a través de la codificación genética del ADN, el uso de robots y otros procesos industriales que "están llamados a transformar la sociedad actual".
De hecho, en el informe, se apunta que los millennials podrían convertirse en la palanca para la renovación completa del sistema económico, aparte de ser claves para crear una verdadera cultura europea.
Igualmente, van a tener un papel decisivo por las habilidades que tienen y las herramientas que poseen para liderar la transición hacia una cuarta revolución industrial.
No obstante, el coordinador del libro ha matizado que no se trata de una generación homogénea ni en España ni el mundo porque dentro de ella también hay 'ni-nis?' aunque la mayoría de estos jóvenes, nacidos entre los años 1980 y 2000, tienen herramientas diferentes a otras generaciones y son personas con estudios universitarios, experiencia internacional, conocen idiomas y tienen una visión más global, rica y diversa.
Esta generación se caracteriza también por pensar en global a la hora de buscar trabajo o bien de emprender a diferencia de las generaciones anteriores que tienden a pesar en el ámbito local.
Además, presentan otras diferencias como un sentido menor de la propiedad porque, por ejemplo, no poseen librerías ni discotecas, pero por el contrario están "embrujados" por la tecnología. Un motivo por el que está generación pone el foco en el emprendimiento digital, aunque "acaban en otros sectores, ayudando a esa transformación".
Precisamente, la actividad emprendedora y la incorporación a la empresa de estos jóvenes plantea una serie de interrogantes y de retos, puesto que se desconoce si colaborarán con otras generaciones de mayor experiencia para la próxima revolución industrial o bien la protagonizarán ellos.
Además, también hay otras cuestiones sobre las que se debe indagar más y que están relacionadas con su incorporación a la empresa con el fin de poder determinar si será la empresa la que tenga que adaptarse para acoger a los millennials y gestionar su talento o bien será al revés.
Un ámbito en el que por ejemplo se observa que muchas empresas tratan de frenar la transformación y adaptación al nuevo cambio para mantener lo establecido, cuando la integración de los millennials les permitiría transformarse en un entorno global y más competitivo.
De momento, lo que sí que parece que está claro es la importancia creciente del networking, puesto que los millennials se apoyan en él y lo valoran positivamente, puesto que la mayoría de ellos ha tenido a alguien "que les ha apoyado y les ha seguido en sus planes de negocio e innovación".
Precisamente, la innovación también es una característica de esta generación, aunque no está claro si son jóvenes innovadores innatos o bien innovan "porque no les queda más remedio".
Sobre la incorporación de estos jóvenes a las empresas, Salvador Arenere, presidente de la Asociación de Directivos y Ejecutivos de Aragón (ADEA), ha explicado que lo más importante es cómo las empresas pueden incorporar este potencial talento y evitar "la barrera de estar en la zona de confort", ya que en la actualidad conviven cuatro generaciones en una empresa y "las estructuras piramidales ya no sirven", siendo necesario apostar por las planas en las que hay que ilusionar con unos objetivos, utilizando el talento de los jóvenes".
Reinvención
La jornada ha contado con una mesa redonda en la que ha participado el cofundador y el director de privacidad (CPO) en DeuSens, Álvaro Monzón, quien ha señalado que esta generación tiene importantes retos porque "hay una alta tasa de paro, pero hay posibilidades de reinventarnos. No nos ha quedado otra que montar una empresa y crear un nicho y convertirlo en oportunidad. Supone una amenaza, pero también una oportunidad".
De hecho, es una opción que él mismo eligió puesto que ya desde la universidad emprendió con esta agencia de comunicación inmersiva de la que las grandes empresas con las que trabajan valoran aspectos como "lo que podemos aportar, el aire fresco", así como los conocimientos, fuerza y empuje que resulta de interés para otras generaciones.
En esta mesa redonda también ha participado Greta Garet, licenciada en Publicidad y Relaciones Públicas por la Universidad San Jorge y diplomada en Diseño Gráfico en la ESDA, quien ha explicado su experiencia en la que ella ha apostado por la docencia porque las tecnologías deben aprovecharse para "expandirnos", pero también para "cultivarnos" y no actuar o crear empresas solo porque sean una moda.
Además, ha llamado la atención sobre la posible pérdida o crisis de valores y la preocupación por esas autoestimas vinculadas a los "me gusta", y ha abogado por conocer lo que realmente "nos gusta, qué queremos" y por conocer las habilidades porque "muchas personas no saben decir qué fortalezas tienen", mientras sí se es capaz de decir los puntos débiles o negativos rápidamente.