El Instituto de Síntesis Química y Catálisis Homogénea (ISQCH) y la empresa Wirec participan en el proyecto europeo Starcell con el fin de sustituir el indio y galio, que se emplean en las placas solares fotovoltaicas y que escasea, por otras materias primas.
A través del proyecto Advances Strategies for Substitution of Critica Raw Materials in Photovoltaics-Starcell se trabajará para sustituir dos materias críticas -el indio y galio-, que se usan en las tecnologías fotovoltaicas con el fin de incorporar kesteritas y optimizar el uso de este tipo de materiales. Su resultado permitirá el desarrollo de la primera tecnología fotovoltaica de capa delgada totalmente sostenible en Europa.
Los fines de este proyecto se enmarcan en la Hoja de Ruta Energética UE 2050 de la Unión Europea en la que se propone la reducción de emisiones de efecto invernadero en un nivel de entre el 80% y el 95% por debajo de los niveles de 1990 y el incremento del porcentaje de energías renovables al 75%.
Unos objetivos para los que la tecnología fotovoltaica y, en concreto, la producción fotovoltaica de película delgada tienen un papel destacado. Sin embargo, esta tecnología presenta el problema de que emplea habitualmente el indio y galio, que son dos sustancias escasas en la corteza terrestre, lo que dificulta su disponibilidad para nuevos avances tecnológicos futuros.
Con este proyecto, estas dos sustancias críticas se podrán sustituir por kesteritas, unos semiconductores sostenibles que se forman a partir de metales de baja toxicidad y que son abundantes en la corteza terrestre (cobre, estaño y zinc).
Dentro del proyecto también se trabajará en optimizar los procesos y las interfaces para lograr una eficiencia del 18% (16% para un mini-módulo de área de 10x10 cm2) al final del proyecto.
Tanto el ISQCH, centro mixto entre el CSIC y la Universidad de Zaragoza, como desde la empresa Wirec, se encargarán de desarrollar una estrategia de reciclaje que permita la recuperación de los elementos que componen las kesteritas, teniendo en cuenta la optimización de los costes y la escalabilidad del proceso a nivel industrial y tratando de garantizar la economía circular en el proceso.
El proyecto, que finalizará en diciembre de 2019, tiene un presupuesto de 6.218.202,50 euros y está coordinado por el Instituto de Investigación en Energía de Cataluña (IREC).
En él, participan 13 socios entre los que se encuentran institutos de investigación, universidades y empresas líderes de diferentes sectores industriales.
El consorcio es internacional e interdisciplinar, contando con entidades líderes en I+D de Europa, Japón y Estados Unidos.