
La aplicación del yoga al ámbito de la empresa comenzó en Estados Unidos hace años y, ahora, está empezando a introducirse en España por las propiedades y beneficios que tiene, ya que permite tener una mejor calidad de vida en el trabajo y a nivel personal y reducir el nivel de estrés y el absentismo laboral.
Poco a poco el yoga ha comenzado a introducirse en España y ha dejar de verse esta disciplina como una actividad en la que hay que adoptar posturas corporales un tanto difíciles e, incluso, extrañas. Un cambio de concepción que se ha producido al comprobar los beneficios que reporta a la persona y que está facilitando que su aplicación esté llegando a la empresa.
De hecho, el Business Yoga es muy sencillo de realizar y se puede adaptar a cualquier empresa y actividad laboral o profesional. "Son sesiones de tres cuartos de hora en la que no hace falta ni cambiarse de ropa" al ser suficiente con quitarse la americana y los zapatos, básicamente, según explica Elisabet Surís, experta en Business Yoga, que ha participado en las actividades organizadas dentro de 'DialogA' de CaixaBank en Zaragoza, a elEconomista.es
El Business Yoga permite trabajar "la postura corporal, la respiración, hacer estiramientos y tomar conciencia corporal", entre otros ejercicios que se desarrollan en las clases en las que "se personalizan según las necesidades de las personas y de la empresa".
De esta manera, es posible trabajar la postura corporal y hacer trabajo visual en el caso de empleados en oficinas que pasan muchas horas sentados delante de la pantalla del ordenador o bien mejorar los dedos de las manos de las camareras de piso, entre otras posibles aplicaciones concretas.
En todos los casos, los beneficios son diversos tanto para el empleado como para la empresa. Los trabajadores notan "una mayor bienestar personal y que tienen un menor desgaste y nivel de estrés", además de conseguir una mayor eficiencia y un mejor rendimiento y productividad porque se producen menos errores. "Se aporta equilibrio".
Estos efectos también son beneficiosos para las empresas, puesto que "se mejora la calidad del trabajo al estar el empleado menos presionado" y se reduce el nivel de absentismo laboral.
Los beneficios del Business Yoga van más allá porque las actividades que se realizan en clase se interiorizan y se pueden utilizar en el día a día, aparte de conocer herramientas que permiten desde preparar una reunión hasta preparar un proceso de negociación.
El Business Yoga tiene la ventaja añadida de que no se necesita un gran espacio para hacer las actividades y que se puede trabajar tanto en grupos reducidos como con más personas a la vez, según la plantilla y las necesidades de la compañía. Lo recomendable, según la experta, es dos veces por semana, aunque "una vez a la semana es mejor que cero".