Solicitan compromisos a largo plazo y la intervención de los gobiernos centrales y autonómicos.
UGT y CCOO en las plantas de PSA y de Opel en España valoran positivamente la operación de compra del negocio europeo de General Motors por parte de PSA y los compromisos alcanzados, pero el visto bueno definitivo por la parte social a la compra-venta no va a salir "gratis" a PSA.
Tanto UGT como CCOO han hecho un frente común a través de sus respectivos sindicatos y la presencia que tienen en las tres plantas de Zaragoza, Madrid y Vigo para exigir compromisos a largo plazo y "reforzar las reivindicaciones sindicales", según ha explicado Jordi Carmona, secretario sectorial de la Industria Automovilística de FICA-UGT.
Los sindicatos reivindican que se mantengan los acuerdos sobre los modelos de vehículos existentes y de los nuevos que se iban a efectuar en las plantas tal y como se había acordado antes de la compra.
Un compromiso que ya existe a corto y medio plazo -horizonte de cuatro o cinco años-, pero que tiene que ir más allá y despejar las incertidumbres como la que se cierne sobre la planta de Opel España en Zaragoza con el proyecto 9 B-XX, que otorgaba la fabricación en exclusiva a partir de 2019 del nuevo Opel Corsa y del sustituto del Opel Adam y que está en el aire.
Ambos sindicatos coinciden en exigir su participación de forma directa en el proceso de compra y hasta la estabilización de la compañía resultante, así como el mantenimiento de las tres plantas en España -lo que consideran fundamental para el sector industrial-, de sus producciones y adjudicaciones, inversiones y empleo. Unos compromisos que igualmente reclaman para las empresas proveedoras.
Además, se pide una mayor implicación del Gobierno central y de los autonómicos. Desde UGT se va a solicitar con carácter urgente sendas reuniones con el ministro de Economía, Luis de Guindos, y con el presidente de PSA, Carlos Tavares, que también será pedida por CCOO. Este último sindicato se reunirá a su vez con los gobiernos autonómicos y requerirá un encuentro con Anfac y Sernauto. El objetivo es poder hacer una estrategia coordinada "lo más cerrada posible" para defender los intereses españoles.