La empresa bodeguera, que creció un 12% en 2016, ha cambiado de estrategia y centrará sus esfuerzos en el mercado nacional, que se prevé que este año suponga el 45% de sus ventas. En los mercados internacionales seguirá manteniendo y ampliando su presencia, sobre todo en China, país con el que acaba de cerrar un acuerdo para impulsar el conocimiento de sus vinos.
La bodega El Grillo y La Luna continúa abriéndose paso en los mercados nacionales e internacionales. La empresa, nacida en Barbastro en el año 2007 en pleno corazón del Somontano, ha cerrado el año 2016 con un crecimiento del 12%, que sobre todo se ha producido "por el mercado nacional. La orientación de la bodega era hacia los mercados exteriores hasta el año pasado" en el que se han realizado inversiones e impulsado acciones para la comercialización de sus vinos en España, aunque ya se contaba con anterioridad con distribuidores, según ha explicado, José María Cidad, gerente de la bodega, a elEconomista.es
Estas acciones en el mercado nacional han permitido que la bodega esté ganando presencia en zonas como Madrid, Barcelona, Málaga y Pontevedra. Además, se tiene el objetivo de "hacer acciones en Levante e Islas Baleares porque creemos que nuestros vinos jóvenes pueden funcionar bien ahí. También haremos acciones en La Coruña y Asturias, en la zona de la cornisa cantábrica".
La presencia en el mercado de la bodega también ha crecido en la comunidad aragonesa. "En Aragón, éramos poco conocidos", por lo que se intensificaron las acciones para darse a conocer, lo que ha permitido registrar "crecimientos importantes en Huesca y también en Zaragoza".
Los vinos de la bodega El Grillo y La Luna, que se destinan a la hostelería y las vinotecas, igualmente seguirán estando presentes en los mercados internacionales. De hecho, ganar presencia en el mercado nacional no implica perder peso en el exterior, sino que el objetivo es equilibrar los porcentajes de ventas.
Un equilibrio que la bodega está consiguiendo paso a paso: si en 2015 se cerró con un 80% de exportación, este porcentaje ha bajado en 2016 al 70% y la previsión es que en 2017 se sitúe en el 55%, mientras que el mercado nacional supondría el 45% restante.
Dentro de los países en los que sus vinos están introducidos destacan México -"que funciona muy bien", Canadá, Suiza y Taiwán. Entre sus próximos mercados objetivo figuran Suecia y Noruega, así como Filipinas y Malasia en los que ya se comenzaron los contactos el año pasado.
Además, la bodega incidirá en los mercados asiáticos para lo que ha firmado un convenio con la Universidad de Mondragon en Shanghai (China) por el que los estudiantes de estos centros universitarios se centrarán durante cuatro meses en potenciar el producto en China. También "estamos en negociaciones con Japón y en conversaciones con Estados Unidos".
Estos planes permitirán a la bodega seguir creciendo, estando previsto que su facturación pase de 600.000 euros en 2016 a 740.000 euros en 2017. Un ejercicio en el que se acometerán otras acciones como su incorporación a la Ruta de Vino Somontano y la apertura de la tienda propia en el primer semestre del año.
La bodega elabora sus vinos tintos con las variedades de uva, principalmente, garnacha, cabernet sauvignon y syrah, aunque también se emplea chardonnay y merlot, entre otras.
La empresa, que tiene 48 hectáreas de viñedo en propiedad, produce dos gamas de vino: 12 Lunas y El Grillo. La primera se centra en vinos muy elaborados y destinados al consumo diario, mientras que El Grillo son vinificaciones especiales y únicas, además de ser elaborados con un proceso singular en el que las hectáreas se trabajan a caballo, se hace recolección manual y selección grano a grano de la uva, la fermentación en foudres de robe francés -clasificados por parcela y variedad-, y la fermentación maloláctica en barrica nueva de robe francés.