El comité de empresa pide un plan de futuro con garantías sobre el empleo y el mantenimiento de las condiciones laborales y de la producción.
La noticia del acuerdo para iniciar la operación de compra llegaba temprano a Opel España (Figueruelas). A las 7.00 horas se producía la comunicación con el comité de empresa europeo, se empezaba a informar a la plantilla del anuncio realizado por PSA-Opel en París y el comité de empresa -con sus sindicatos mayoritarios UGT y CCOO-, comenzaba a "mover ficha" para velar por el empleo y por el mantenimiento de los compromisos alcanzados con Opel, a pesar de las primeras valoraciones positivas y de tranquilidad.
Un mensaje de calma que se ve reforzado por los compromisos planteados por el comité de empresa europeo este fin de semana y que han quedado recogidos en el acuerdo PSA-Opel: el mantenimiento bajo la única entidad Opel-Vauxhall de todas las organizaciones "para garantizar el mayor grado de independencia de las marcas y la aceptación de todos los convenios colectivos y de compañía", según se recoge en el comunicado publicado por el comité de empresa europeo.
Pero, pese a estos compromisos, los representantes de los trabajadores van a exigir que se "avance ahora en un proceso de negociación organizada con todas las partes involucradas para proteger las marcas Opel/Vauxhall, la compañía y prevenir daños futuros y dirigirla hacia un futuro prometedor. Un elemento clave para esto puede ser la utilización de economías de escala para incrementar los beneficios de los vehículos a través de la utilización mutua de plataformas".
Tanto el comité europeo como el de Opel España también condicionan su posición y aprobación final de la operación al contenido del plan de futuro de Opel/Vauxhall bajo la dirección de PSA. Un plan en el que vamos a "exigir garantías de inversión y de los acuerdos y convenios", según ha adelantado Pedro Bona, de la sección sindical de UGT en Opel España, a elEconomista
Entre estos compromisos, en el caso de la planta de Zaragoza, figuran el convenio colectivo -que finaliza este año y tiene que comenzar a negociarse en 2018-, y las asignaciones de vehículos a corto plazo. "Más a largo plazo se tendrán que ver las decisiones y qué se recoge en cada plataforma", aunque "no me pasa por la cabeza que PSA y Opel firmen un acuerdo con el comité europeo en contra", ha añadido Bona.
De hecho, los sindicatos tienen ahora una mejor posición para negociar. Hasta el anuncio de ayer lunes, las comunicaciones con GM y PSA se han producido tarde, aunque en el acuerdo alcanzado se mantiene el estatus de codeterminación del comité de empresa europeo -conferido por la legislación alemana-, por el que puede ser parte activa de la negociación y de las decisiones que se adopten.
De momento, con cuatro vehículos asignados y las inversiones hechas en Figueruelas-, todo parece indicar que las la planta de Zaragoza y las dos factorías de PSA en España -Madrid y Vigo-, "seremos socios", lo que para UGT y CCOO puede suponer una oportunidad porque todas las plantas están bien posicionadas y ya hay relaciones entre las dos firmas: Opel España es la única de la marca que este año va a lanzar un vehículo de PSA - el C-Aircross de Citröen -, mientras que la de Vigo tiene adjudicado el Opel Combo, que hasta 2011 se producía en Figueruelas tras el cierre de Azambuja (Portugal).
Desde la dirección de Opel España no han querido pronunciarse sobre el acuerdo, mientras que desde el Gobierno de Aragón, su presidente, Javier Lambán, -que habló ayer lunes con el presidente Mariano Rajoy-, ha continuado apelando a la tranquilidad y ha asegurado que Figuruelas no tiene nada que temer y que su trayectoria seguirá siendo exitosa.