La Asociación de Industrias de Alimentación de Aragón (AIAA) considera que el impuesto de bebidas carbonatadas producirá una bajada en el consumo y una menor recaudación de un tributo que es difícil de controlar y que podría gravar productos tan populares como la gaseosa o los zumos. Desde la asociación se aboga por una dieta equilibrada.
El impuesto de bebidas carbonatadas ha cogido por "sorpresa" y ha sido "una bomba para el sector", según ha explicado el presidente de la Asociación de Industrias Alimentarias de Aragón (AIAA), Félix Longás, quien ha considerado que esta medida puede producir una "bajada en el consumo de estos productos. Se demoniza un consumo".
"Estamos a la espera de la normativa" tras el anuncio del Ministerio de Hacienda de aplicar este impuesto a las bebidas carbonatadas en 2017. Un impuesto "sobre el que es difícil tener un control". Además, se desconoce si este impuesto, del que inicialmente quedan fuera bebidas como la cerveza y el vino, podría afectar a productos tan populares como la gaseosa o los zumos.
"Deberían tener en cuenta la cultura mediterránea y nuestros productos, que son de la dieta mediterránea y que son saludables y exportables", teniendo más controles y más calidad que otros productos que se importan desde países como, por ejemplo, Estados Unidos.
"Las empresas han hecho un esfuerzo porque las bebidas sean más saludables. Consumidas con moderación forman parte de la dieta mediterránea", incidiendo desde la asociación en que hay que seguir una dieta equilibrada.
"El sector de la alimentación está comprometido con la salud de los consumidores porque en ello nos va el futuro. Estamos con grupos de investigación, la universidad, CSIC.. porque queremos mejorar los productos". Una línea en la que ya se viene trabajando desde la AIAA a través de varios proyectos.