Aragón

La revolución industrial son oportunidades y no un tsunami que lo arrasa todo

La revolución industrial no se puede parar y es un error verla como un tsunami que "nos va a arrasar". De hecho, con ella llegan nuevas oportunidades para crear nuevas empresas o reorientar las ya existentes. Y es que todas deben sumarse a esta revolución por cuestión de supervivencia.

"Hay que ponerse las pilas", ha explicado Silvia Leal, directora de los programas de Tecnologías de la Información del Instituto de Empresa y asesora de la Comisión Europea en Nuevas Tecnologías dentro del XIII Foro Aragón Empresa, que se ha celebrado en Zaragoza y en el que ha participado con la conferencia "Excelencia en la Innovación".

Leal ha explicado que la "revolución industrial no se puede parar" y "es un error verla como un tsunami que nos va a arrasar", ya que supone oportunidades para crear nuevas empresas o bien reorientar las ya existentes. "Existen oportunidades para emprender por poco dinero".

Y son oportunidades que las empresas no deben dejar pasar de largo, aunque en España no hay tanta concienciación como sucede en otros países como Alemania, que es uno de los estados que más profesionales TIC contrata, así como Francia o Bélgica.

"Estamos dormidos. No se cree que todo esto vaya a pasar tan rápido y hay cierto miedo en lugar de ver las oportunidades", aunque es una cuestión de supervivencia porque en cinco años cuatro de cada diez empresas desaparecerán y el 47% de los empleos que se conocen hoy en día no existirán.

"Las revoluciones industriales son traumáticas, pero merece la pena. Se destruye empleo, pero también se crea, y tenemos que prepararnos para que sea lo menos traumática posible y pase rápido. Hay que verlo con optimismo porque va a permitir dar oportunidades a quienes no las tuvieron", ha explicado Silvia Leal, quien ha incidido que las personas que, por ejemplo, no tuvieron una carrera tienen una oportunidad con la tecnología, que además permite acceder a la formación de manera gratuita a través de plataformas como Coursera.

En esta transformación industrial, precisamente, la formación es clave. "Se corre la voz y vemos que hay más estudiantes estudiando tecnología, pero lo que hay que hacer es adaptar las carreras de medicina, arquitectura... con la tecnología. Todo el mundo tiene que estudiarla dentro de lo que le gusta". Y buena prueba de ello es la medicina, sector en el que se abre todo un abanico de posibilidades como la impresión de órganos, piel... aunque son vías que no se mencionan en los congresos médicos.

Este es solo un ejemplo de lo que puede hacer la tecnología, que ofrece más posibilidades y que puede rentabilizarse "para nuevos proyectos o dar la vuelta al actual".

La realidad aumentada permitirá, por ejemplo, mejorar la educación y que pueda ser accesible para personas con discapacidad; los drones pueden llevar material médico para atender a pacientes -el 30% de las personas que fallecen por infarto lo hacen porque no llega ayuda-, y la gamificación igualmente será útil para la educación a través de ejemplos como el que se ha realizado con un juego para aprender geografía para escapar de los zoombies.

Pero, además, el Big Data se podrá aplicar a los deportes para ganar un mundial de fútbol, el Internet de las cosas se puede utilizar en coches y ciudades inteligentes, y la robótica y 3D permiten que se imprima ropa, comida, piezas de coches e incluso órganos.

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