La compañía ha reducido su índice de frecuencia general de accidentes en un 56,3% respecto a la media de los últimos cinco años gracias a campañas y medidas de seguridad laboral.
Este índice, que mide el número de accidentes con y sin baja entre el personal propio y externo por cada millón de horas trabajadas, se ha conseguido reducir en la planta que la empresa tiene en la localidad oscense de Sabiñánigo.
Esta fábrica lleva más de diez años de permanencia en el registro europeo EMAS (Eco-Management and Audit Scheme) y tiene homologado su gestión de medio ambiente de acuerdo con la norma ISO 14.001:2004, de calidad según la ISO 9001:2008 y de prevención de acuerdo con la norma OHSAS 18001:2007.
La planta de Sabiñánigo pertenece a la división de derivados del cloro y su actividad se centra en la fabricación de cloro, potasa y sus derivados, con aplicaciones en los sectores textil, alimentario, de los detergentes, agrícola y papelero.
Además, es el primer productor europeo de clorosocianuratos, de uso generalizado en el tratamiento de agua de piscina.
El año pasado, se consiguió un grado de cumplimiento de los siete códigos de prácticas de gestión del programa ResponsibleCare del 99,2%.
Este programa, al que la compañía está adherida desde el año 1994 de forma voluntaria, tiene por fin lograr que las empresas químicas alcancen en el desarrollo de su actividad mejoras continuas en relación con la seguridad y la protección de la salud, el medio ambiente, la comunicación, transparencia y tutela del producto.