La medida afectará alrededor de 20.400 establecimientos para que se hagan las inspecciones y se garantice la seguridad tanto de clientes como de trabajadores.
El plan de vigilancia será puesto en marcha por la dirección general de Industria, Pymes, Comercio y Artesanía del Gobierno de Aragón a partir del mes de septiembre con el fin de que los titulares de los locales de concurrencia pública lleven a cabo las inspecciones para garantizar la seguridad de clientes y empleados.
De esta manera, el plan pretende suplir el bajo índice de inspecciones reglamentarias que se realizan en materia de baja tensión eléctrica en locales de pública concurrencia como industrias, hoteles, discotecas, cines, edificios públicos, centros comerciales...
De acuerdo con los datos del Gobierno de Aragón, tan solo en baja tensión eléctrica hay alrededor de 20.400 instalaciones que deberían pasar la inspección periódica, aunque en muchas de ellas no se realiza a pesar de los riesgos existentes, puesto que la mayor parte de los accidentes e incendios que se producen en locales en Aragón tienen su origen en instalaciones eléctricas de baja tensión defectuosas y, normalmente, tras el resultado de modificaciones irregulares.
La solicitud de las inspecciones corresponde a los titulares de las instalaciones de acuerdo a los reglamentos de seguridad que les son aplicables, detectándose que hay muchos que no las solicitan por desconocimiento o porque estiman que su instalación no cumple las normas y se pretende evitar así la sanción correspondiente.
Ante estas situaciones, el director general de Industria, Fernando Fernández Cuello, ha incidido en la necesidad de repensar todo el sistema de inspección, haciendo frente a dos grandes retos.
Por un lado, mientras toda la industria ha evolucionado a lo largo de los últimos 30 años hacia la implantación de sistemas de aseguramiento de la calidad como la norma ISO 9000, en el caso de los agentes de seguridad industrial, está implantación se está produciendo de forma más lenta. Además, aunque algunas empresas más concienciadas realizan instalaciones de calidad, otras más pequeñas no tienen implantados mecanismos de aseguramiento.
El segundo reto es alcanzar una adecuada digitalización de toda la información referida a la vigilancia de seguridad de las instalaciones industriales. Para ello, "en los últimos meses se está trabajando intensamente de cara a configurar unas bases de datos compartidas en la nube con los agentes de seguridad industrial al objeto de tener correctamente censadas estas actuaciones", según ha indicado el director general.