Aragón crecerá un 3% en el año 2016, rebajándose ligeramente las perspectivas iniciales del 3,3% que se habían realizado para este año, aunque se seguirá estando por encima de la media de España, que se estima en el 2,8%. Sin embargo, el crecimiento económico tiene algunos riesgos como los derivados de un posible 'Brexit', que puede tener un impacto económico negativo de entre 3 ó 4 décimas. En menor medida, se barajan efectos negativos por la inestabilidad política en España ante la imposibilidad de que el país pueda permanecer durante mucho tiempo sin un gobierno.
La comunidad aragonesa crecerá un 3% en el año 2016, según se recoge en las previsiones sobre la economía de Aragón publicadas en la Revista de Economía Aragonesa, número 58, que han sido presentadas por Antonio Martínez, director del Área Financiera de Ibercaja.
Inicialmente, se prevé que en 2016 se mantenga la inercia positiva prevista para el crecimiento de Aragón, aunque la comunidad crecerá en menor medida, estimándose un 3% frente al 3,3%, que inicialmente se barajaba. Sin embargo, a pesar de esta ligera desaceleración, Aragón registrará un mayor crecimiento que el conjunto de España, cuyas previsiones se mantienen para el 2,8%.
Unas previsiones de crecimiento que tienen algunos riesgos, que no afectan solo a la economía aragonesa, ya que los principales son el posible 'Brexit' y la eventual situación política en España sobre la que, de momento, no se observa que tenga un papel fundamental en la economía, pero que podría repercutir si se extiende en el tiempo.
No obstante, de estos dos riesgos, el que mayor impacto negativo puede tener en la economía es el 'Brexit', que tendrá repercusiones relevantes en la propia economía británica, aunque el "rango de impacto varía mucho", según ha explicado Antonio Martínez. Por ejemplo, el Tesoro del Reino Unido ha estimado que podría tener consecuencias negativas en el PIB de entre el 4% y el 8%.
Las repercusiones para la economía de la Unión Europea también podrían ser negativas, pero en menor medida. De hecho, se calcula que podría tener un impacto de entre tres o cuatro décimas en el crecimiento por lo que se podría estar más cerca de crecer un 1% que un 1,5% en el plazo de uno o dos años.
En menor medida se prevé la afección sobre la economía de la situación política de España porque se cree que tendrá una solución y no se prolongará demasiado en el tiempo, ya que es poco probable que España esté sin un gobierno. De este modo, se achaca más la desaceleración económica a la situación del entorno global que a la situación política del país.
A pesar de estos riesgos, la previsión es que la economía aragonesa continúe en la senda de crecimiento, que sobre todo adquirió un gran dinamismo en el cuarto trimestre de 2015, período en le que registró un crecimiento del PIB del 3,7% frente al 3,5% del conjunto español.
Esta evolución positiva se ha producido sobre todo por el comportamiento de la industria, que fue perdiendo dinamismo a lo largo del año, y de las exportaciones, que se veían solapadas por el incremento de las importaciones. Una situación que contrasta con el mantenimiento de un crecimiento sólido en inversión y consumo y una favorable evolución del sector servicios.
Además, el empleo también tuvo una evolución positiva, creciendo un 4%, porcentaje con el que de nuevo Aragón se situó por encima del conjunto de España con el 3% y dónde la generación de empleo ha dependido más de sectores como la hostelería y el turismo frente a la creación de puestos de trabajo en el sector industrial en la comunidad aragonesa. La tasa de paro en Aragón bajó hasta el 14,6% y se generaron en 2015 un total de 21.800 empleos.
A nivel internacional, se observa un menor vigor de la economía por el menor crecimiento de países emergentes y por la caída del precio de las materias primas. También se estima que algunas economías ralentizarán su crecimiento como es el caso de China, que pasará del 10% a un 6% del PIB, y de Estados Unidos en el que el crecimiento económico es más débil y se aprecia la desaceleración de la industria, aunque su economía está bien soportada por el empleo. En la Unión Europea se estima un crecimiento para el período 2016-2017 del 1,5%.