Este ahorro de emisiones de CO2 se ha conseguido por el aumento del uso de combustibles y materias primas alternativas en los procesos de fabricación.
CEMEX en España ha reducido sus emisiones de CO2 en 271.880 toneladas durante 2015, cifra que equivaldría a lo que emitirían 18.000 vehículos circulando, cada uno de ellos, una media de 15.000 kilómetros al año.
Este ahorro responde a la política de CEMEX de reducir el impacto del negocio en el entorno y de generar una industria baja en carbono y un uso eficiente de los recursos para lo que la compañía aboga por optimizar la huella de carbono a través del uso de materias primas y combustibles alternativos y la gestión ambiental, preservando la tierra, la biodiversidad y el agua y minimizando las emisiones a la atmósfera.
Principalmente, la reducción de emisiones a la atmósfera se ha conseguido por la utilización como combustible de diferentes materiales cuyo destino es el vertedero como es el caso de residuos sólidos urbanos o industriales, biomasas, lodos de depuradora, posos de café, aceites usados... lo que ha permitido recuperar la energía que poseen al tiempo que se contribuye al ahorro de combustibles fósiles finitos y a la reducción de emisiones de CO2.
Además, con el uso de materias primas alternativas procedentes de residuos de diferentes industrias como el filler, cenizas volantes, escoria de altos hornos, puzolana... se ha logrado reducir el porcentaje de clínker por tonelada de cemento y el consumo de energía con el consiguiente ahorro de CO2.
Durante el pasado ejercicio, la media nacional de sustitución de combustibles fósiles por alternativos en CEMEX ha sido de un 38%, lo que ha propiciado reducir la emisión de CO2 en 271.880 toneladas a lo largo del 2015.
