El grupo municipal popular ha pedido la convocatoria extraordinaria de la Junta de Portavoces para que el Gobierno de Zaragoza en Común explique cómo va a afrontar el problema de los 200 millones de euros de deuda del tranvía, que ya han sido imputados al consistorio zaragozano.
El portavoz del Partido Popular en el Ayuntamiento de Zaragoza, ha anunciado esta solicitud de convocatoria extraordinaria de la Junta de Portavoces para que se aclare cómo se va a afrontar la deuda de 200 millones de euros del tranvía de Zaragoza y ante la que el consejero de Economía de Zaragoza en Común, Fernando Rivarés, "sigue negando la evidencia" y utilizando "la vieja táctica del avestruz".
Suárez ha puesto de manifiesto que el estado de las arcas municipales es "extremadamente grave" y ha lamentado que la "negligencia del tripartito" ha colocado a la ciudad "en una situación imposible que va a lastrar toda la legislatura".
El portavoz popular además ha advertido de que "quienes gobiernan en estos momentos no saben por donde empezar" y ha exigido al alcalde Santisteve que "dejen de quejarse", recordándole que "ya vale de cruzarse de brazos y de frases huecas", porque es hora de que hagan "un presupuesto que diga la verdad" y de que solucionen los problemas financieros de la ciudad como la infradotación de partidas, sentencias judiciales impagadas o la amortización de la deuda del tranvía.
Eloy Suárez ha considerado que los zaragozanos "van a terminar pagando los platos rotos" y ha explicado que la gestión económica de los últimos años ya se está traduciendo el recorte de servicios públicos básicos.
Además, ha acusado al actual consejero de Hacienda del Gobierno de Aragón, Fernando Gimeno, de ser el responsable político que generó el problema "con la colaboración de Chunta Aragonesista e Izquierda Unida".
Una situación ante la que ha reiterado la necesidad de "respetar la ley y los mandatos de las administraciones competentes" y ha instado al Gobierno de Zaragoza en Común a rehacer el Plan Económico-Financiero y el Plan de Deuda para hacer frente a las amortizaciones exigidas porque "mientras no lo hagan, difícilmente se resolverá el problema".
