El informe pericial ha sido ratificado ante el juez y en él se constata que COBEGA-DAMM no realizó las inversiones de 4 millones de euros en la antigua planta de Cacaolat-Sali en Utebo (Zaragoza) que se recogían en el plan por el que compraron la planta en sede judicial, que posteriormente se cerró. Los responsables de DAMM, Cacaolat y la consultora Victory Corporate Turnaround SL han declarado que sí se realizó ese gasto.
Son las principales conclusiones de las declaraciones que se han realizado hoy en el Juzgado de Instrucción número 8 de Zaragoza en el que se ha admitido a trámite la querella contra los actuales propietarios de la planta COBEGA, DAMM y Victory Corporate Turnaround, que ha sido interpuesta por los extrabajadores por posible comisión de delitos de estafa procesal, administración desleal y contra los derechos de los empleados.
En la jornada de hoy han declarado Luis Victory de Sintas, administrador único de Victory Corporate Turnaround SL, empresa especializada en consultoría para la reestructruración de empresas y que dirigió el proceso de compra COBEGA, DAMM y Victory, así como Jorge Villavecchia Barnach Galbo, apoderado mancomunado de la cervecera DAMM cuya firma aparece en la adjudicación de la unidad productiva de Cacaolat, y Demetrio Carceller Arce, el presidente de la cervecera Damm y copresidente del Grupo Cacaolat.
En las declaraciones realizadas, los responsables de las respectivas empresas han coincidido en señalar que sí se realizaron en la antigua Cacaolat-Sali las inversiones de 4 millones de euros que se indicaron cuando compraron la empresa en sede judicial, según han indicado fuentes conocedoras del proceso judicial a elEconomista.es
Una afirmación que coincide con la indicada en las declaraciones de Sol Daurella Comadrán, presidenta Coca-Cola Iberian Partners y la nueva Coca-Cola European Partners, presidenta de COBEGA y copresidenta del Grupo Cacaolat; Victor Rufat García, director general de Coca-Cola Iberian Partners (CCIP), cuya firma aparece en la adjudicación de la unidad productiva de Cacaolat, y Francesc LLuch Castelvi, director general del Grupo Cacaolat, quienes declararon el pasado día 3 de noviembre.
Sin embargo, de momento, ninguna de las empresas ha aportado la documentación que justifique que sí se realizaron esas inversiones, a pesar de haber indicado que se entregarían los datos relativos a esos cuatro millones de inversión.
Una cuantía que pone en entredicho el informe pericial que se ha ratificado ante el juez y que fue solicitado por parte de los extrajadores y en el que se justifica documentalmente que las empresas no acometieron las inversiones.
Los 55 extrabajadores de la antigua planta de Cacaolat-Sali siguen considerando que no se ejecutaron esas inversiones en la planta, que cerró el 5 de noviembre de 2013, por lo que se decidieron a presentar esta querella en diciembre de 2014 contra COBEGA (concesionaria de Coca-Cola en España), DAMM y la consultora Victory Corporate Turnaround.
Cacaolat estaba integrada por dos centros de trabajo, Barcelona y Utebo (Zaragoza) y, en los primeros meses de 2011, en que pertenecía al grupo Nueva Rumasa, comenzó a tener dificultades financieras que le llevaron a declararse en concurso de acreedores el 15 marzo de ese año.
En este concurso, tramitado en el Juzgado Mercantil número 6 de Barcelona, los administradores concursales determinaron que la mejor solución para dar viabilidad a la compañía era poner en venta su unidad productiva, ya que la principal conclusión es que era absolutamente rentable.
El proceso de adjudicación se resolvió entre cuatro empresas interesadas, resultando a favor de una terna de compañías compuesta por COBEGA, DAMM y VICTORY CORPORATE TURNAROUND que se unieron para adquirir dicha sociedad en concurso y a las que se les adjudicó por el mayor precio pagado y el plan industrial presentados ante el juez para tomar esta decisión en la que les conminaba a cumplir todas las condiciones expresadas en el proyecto empresarial que les valió la adjudicación.
Este plan describía un proyecto unitario e integrador de Barcelona y Utebo en el que se iban a acometer importantes inversiones. Por una parte, se contemplaba la remodelación de una antigua fábrica de DAMM en Santa Coloma de Gramanet para trasladar la producción de su ubicación en Barcelona, mientras que también se incluían mejoras tecnológicas en Utebo por valor de 4 millones de euros y el aprovechamiento de las redes comerciales de los compradores para introducirse en nuevos mercados nacionales e internacionales.