El presidente del Gobierno de Aragón ha destacado la importancia estratégica del sector agroalimentario para la comunidad aragonesa, aparte de poner de manifiesto el momento decisivo que se vive para alcanzar la excelencia y ganar en competitividad a través de la investigación con el fin de que el sector tenga más futuro.
El presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, ha visitado el Instituto Agroalimentario de Aragón (IA2) donde ha conocido varios proyectos que se desarrollan en la Planta Piloto de Ciencia y Tecnología de los Alimentos (PPCTA) y el Laboratorio de Encefalopatías Espongiformes Transmisibles de Aragón (campus veterinario).
Lambán ha calificado de "admirable" el operativo de investigación, fruto de la colaboración entre la Universidad de Zaragoza y el Gobierno de Aragón, a través del CITA, que es el Instituto Universitario de Investigación Mixto de Agroalimentación.
El centro da soporte a 30 grupos de investigación y acoge a 300 investigadores aragoneses que trabajan en todas las fases de la cadena alimentaria. Tras felicitar a los investigadores y directores de proyectos, se ha ratificado en su opinión de que la Universidad de Zaragoza es un "pilar fundamental de presente y futuro" y de que la transferencia de conocimiento a la economía aragonesa es vital para que esta se innove y sea competitiva.
Javier Lambán ha señalado que el esfuerzo realizado por la Universidad en las actuales condiciones será recompensado "con creces" en su contribución a la generación de riqueza y creación de empleo.
Con la reciente puesta en marcha del IA2 se quiere potenciar la investigación alimentaria y su transferencia a la industria, abarcando desde la producción de materias primas de origen vegetal y animal, su transformación industrial en alimentos, bajo criterios de calidad y seguridad alimentaria hasta aspectos relacionados con la gastronomía, la nutrición, la salud y el consumo, teniendo en cuenta aspectos económicos, sociales y medioambientales.
Además, se pretende favorecer la agregación de investigadores de prestigio procedentes de ambas instituciones y su correspondiente coordinación, compartiendo experiencia, estructuras, servicios, recursos y técnicas, lo facilitará la definición de proyectos de investigación multidisciplinares, más ambiciosos y globales, como elemento distintivo de calidad en el ámbito nacional e internacional.
Planta piloto
Por su parte, la planta piloto, además de contribuir a la formación de los futuros graduados en Veterinaria y Ciencia y Tecnología de los Alimentos, permite realizar investigación, desarrollo y transferencia de conocimientos para contribuir a la mejora de la calidad de los alimentos y elevar la competitividad de la industria alimentaria.
La PPCTA cuenta con una infraestructura necesaria para el procesado y control de los alimentos, en condiciones similares a las que se utiliza en las industrias agroalimentarias. En esta planta se aplican los métodos para estudiar y optimizar los procesos de elaboración de los alimentos y evaluar la influencia de diferentes parámetros en la calidad de los productos.
Sus instalaciones permiten desarrollar proyectos de I+D+I tanto públicos como privados y de ámbito regional, nacional y europeo, todos ellos de gran interés para la industria alimentaria evitando los costes derivados de la elevada cantidad de materia prima necesaria para la puesta en funcionamiento de los equipos, mano de obra y paradas productivas cuando estas actividades se realizan en la propia fábrica.
En las distintas líneas de procesado de alimentos, se evalúa e investiga sobre el efecto de las atmósferas modificadas y los envases activos en la conservación de vegetales de cuarta gama, la utilización de nuevas técnicas de extracción, como los pulsos eléctricos aplicados en la vinificación, o de procesado, como la aplicación de altas presiones hidrostáticas en la conservación de alimentos líquidos, como los zumos. En la Planta Piloto también se llevan a cabo análisis sensoriales de alimentos en una sala de catas, un paso fundamental para las industrias alimentarias antes de lanzar sus productos al mercado o a la hora de mejorarlos.
Seguridad alimentos
Por su parte, la salud pública, la sanidad animal y la seguridad de los alimentos centran el trabajo que se desarrolla el Centro de Investigación en Encefalopatías y Enfermedades Emergentes.
Este centro es el laboratorio de referencia en Aragón para investigaciones que requieran un alto grado de seguridad en el campo de la biología, la biomedicina o las ciencias veterinarias.
El centro, que cuenta con un laboratorio de nivel de contención P-3, realiza la vigilancia e investigación de las Encefalopatías Espongiformes Transmisibles (EET) en ovinos, caprinos y bovinos en España. La más conocida de estas enfermedades es la Encefalopatía espongiforme bovina, que afecta al ganado bovino y que también se ha comprobado que puede afectar al hombre.
Los científicos del centro trabajan, entre otras cuestiones, en investigación el diagnóstico de ovejas, cabras y vacas sospechosas de padecer una encefalopatía espongiforme transmisible (EET); la ejecución de los programas de vigilancia de la Comunidad Autónoma de Aragón (animales de matadero y muertos en granja); la evolución de la Encefalopatía espongiforme bovina en España durante estos 14 últimos años y la aportación de la ciencia para conseguir la casi completa erradicación de la enfermedad.
El centro ha sido designado recientemente Laboratorio internacional de referencia de la Organización Mundial para la Sanidad Animal (OIE), responsabilidad muy destacada, ya que en España sólo existen dos laboratorios en España de otras enfermedades animales.