La empresa de Graus (Huesca) lleva desde 1860 elaborando embutidos artesanos. Una actividad en la que ahora innova y que se amplía con el lanzamiento de productos aptos para celíacos y con embutidos más saludables al eliminarse conservantes y colorantes y componentes como la lactosa.
Embutidos Artesanos Melsa apuesta por la innovación en la elaboración de sus embutidos artesanos para cubrir las necesidades actuales de la sociedad con el lanzamiento de una gama de productos específicos para ser consumidos por celíacos.
Una idea que nació a raíz de la participación de la empresa oscense en la Feria Alimentaria en Barcelona en la que apreció que realmente "era una necesidad emergente porque además Huesca es la provincia con más afección de celíacos", según explica Alejandro Romeo, responsable de Embutidos Artesanos Melsa y miembro de la sexta generación que está al frente de esta empresa familiar en declaraciones a elEconomista.es
Una nueva gama que también ha nacido fruto de la colaboración con las asociaciones de celíacos para recibir asesoramiento sobre las necesidades de este colectivo de personas y del esfuerzo que ha realizado la propia empresa para "adaptar los productos, los procesos, las máquinas, hacer controles periódicos...".
Y el resultado ha sido esta gama de embutidos artesanos que cuenta en la actualidad con un total de 58 referencias -prácticamente casi la totalidad de todas las que comercializa la empresa-, y en la que se espera seguir incidiendo en los próximos años con el lanzamiento de más productos.
Además, Embutidos Artesanos Melsa también quiere apostar por elaborar embutidos que sean más saludables. "Estamos tendiendo a eliminar conservantes, colorantes y alérgenos y componentes como la lactosa" con el fin de seguir dando respuesta a las necesidades de la sociedad actual. "Cada vez más gente da la vuelta al paquete envasado para leer la etiqueta y saber qué contiene el producto".
Todas estas líneas de producto cuentan con un trabajo de investigación y desarrollo que es realizado por la propia empresa, que también se encarga de su elaboración siguiendo técnicas tradicionales. "Somos una empresa familiar y es una manera de seguir adelante y de evolucionar".
En la actualidad, Embutidos Artesanos Melsa cuenta con un total de 60 referencias que se elaboran con cuatro especies animales (pato, buey, cerdo y Ternasco de Aragón) y entre las que se encuentran productos tan conocidos la gallina trufada en cuya elaboración se utilizan productos autóctonos como la trufa, las longanizas con boletus o el magret de pato, aparte de chorizo, secallona, cabeza de jabalí o una trenza de longaniza con una base de verduras, que se realiza con el hojaldre de la empresa Tolosana, también oscense, "porque hacemos sinergias".
Unos productos que la empresa comercializa a través de sus dos tiendas físicas (en Graus y en Zaragoza, esta última en la avenida Goya) y a través de Internet con su marca Embutidos Artesanos Melsa, aparte de estar presentes en grandes superficies de la mano de distribuidores "con los que cubrimos toda España" y en los que venden sus productos también con su segunda marca Doncha para "diferenciar con la venta en el comercio minorista".
Además de seguir avanzando en la elaboración y lanzamiento de productos más saludables, la empresa, que cuenta con una plantilla de 20 personas, se ha marcado igualmente el objetivo de consolidar la presencia en el mercado nacional.
Un paso tras el que no se descarta apostar por la internacionalización, ya que hasta el momento las ventas en el exterior "son puntuales en países como por ejemplo República Checa". De cara a los mercados internacionales, la empresa, que tiene una facturación de 1,5 millones de euros, no descarta adentrarse en Panamá "porque tenemos un distribuidor. Sería el siguiente paso tras asentar el mercado nacional".
