En la última reunión de negociación del expediente, la entidad también ha rebajado el número de cierre de oficinas, que ahora pasa a ser de 65.
Nuevos avances en la negociación del expediente de regulación de empleo de Ibercaja, que tiene carácter voluntario. En el encuentro de hoy representantes de la entidad y los sindicatos han seguido acercando posturas para llegar a un acuerdo para el ERE, cuyo plazo de negociación finaliza el próximo día 15 de abril.
En esta reunión, Ibercaja ha propuesto una rebaja en el número máximo de trabajadores que se verían afectados por el expediente, pasando de 375 a 350 empleados de la entidad.
Además, se ha reducido el número de oficinas que se cerrarán, situándose en 65. Una disminución que vuelve a producirse ya que Ibercaja, inicialmente, planteó el cierre de 80 oficinas, que luego redujo a 70 y que, ahora pasan a ser 65. Cambios, sin embargo, no se han producido en el dato de traslados de empleados a una distancia de más de 50 kilómetros, que se mantiene en 80 personas.
En la reunión también se ha empezado a negociar unas cantidades económicas para aumentar las indemnizaciones que recibirán las personas que salgan de la entidad con el expediente con el fin de compensar el efecto fiscal sobre las mismas y que las cuantías definitivas que perciban sean similares a las que han recibido los trabajadores que se han acogido a anteriores expedientes de regulación de empleo, según han explicado fuentes de CCOO Aragón a elEconomista.es
Y, aunque se han producido avances en la negociación, todavía quedan algunos flecos por cerrar y acordar. Uno de los más importantes para la parte sindical es el establecimiento de garantías sobre el empleo, de manera que se contemplase en el acuerdo que, si la entidad tuviera que aplicar un nuevo expediente de regulación de empleo, los trabajadores pudieran abandonar la entidad en condiciones similares a las contempladas en anteriores EREs.
Los traslados también centran buena parte de la negociación de cara a que se realicen con criterios más objetivos. Además, se plantea la posibilidad de establecer una comisión de seguimiento del ERE para ver si se pueden buscar otras alternativas y tratar de que no se produzcan traslados traumáticos.