El estudio "La economía de Aragón: Diagnóstico Estratégico", realizado por CaixaBank y Analistas Financieros Internacionales (AFI), pone de manifiesto el potencia logístico de la comunidad aragonesa, siendo conveniente sacarle un mayor aprovechamiento, además de impulsar la productividad en la industria y en sectores concretos como la automoción.
El análisis destaca las fortalezas y también puntos débiles de la economía aragonesa que deberían mejorarse. Entre los datos más positivos, el estudio, publicado por la Caixa Research, destaca el buen comportamiento de la economía aragonesa en comparación con la media nacional, sobre todo, en indicadores económicos clave como el crecimiento, la renta media por habitante, la productividad, la tasa de desempleo o el nivel de endeudamiento.
Además, Aragón tiene como positivo la logística, sacando partido de su posición estratégica y creando un nodo logístico, siendo la industria logística esencial para la economía.
Entre los puntos fuertes de la comunidad también figuran el desarrollo de clústeres sectoriales competitivos como el de la automoción, agroalimentario o energético, además de registrarse en la comunidad autónoma un menor desgaste de la actividad económica durante la crisis en comparación con el conjunto de España gracias a su diversificación y al comercio internacional.
No obstante, el estudio recomienda seguir potenciando el incremento de la productividad en las ramas de actividad en las que la región está más especializada y es más competitiva como es el caso de los sectores de bienes de consumo duradero, la industria del automóvil y las manufacturas de consumo.
Además, Aragón también debe ahondar en el refuerzo de la I+D+i y del emprendimiento, aparte de realizar un mayor esfuerzo de apertura exterior comercial, ampliando los destinos de las exportaciones más allá de la zona del euro.
Entre otros puntos destacados de la economía aragonesa destacan las empresas energéticas aragonesas de las que se indica que han conseguido una posición predominante facilitando una balanza energética muy favorable a la región y un elevado índice de consumo regional de energías renovables (el 45,1% de su producción proviene de fuentes limpias frente al 20,4% de España), superando ya en 2012 el objetivo en esta materia de Europa 2020.
De esta manera, el informe apunta la conveniencia de vincular proyectos de I+D de la diversificación energética entre las empresas y los centros de conocimiento sectorial de la región.
Dentro de los puntos débiles de Aragón, el análisis pone de manifiesto el envejecimiento de la población aragonesa, aunque la esperanza de vida es superior a la española con 83,2 años frente a los 82,8 años de media nacional.
Además, la densidad de población es baja y existe una dispersión acusada, concentrando Zaragoza el 70% de la población mientras hay comarcas que están por debajo de los diez habitantes por kilómetro cuadrado. De esta manera, Aragón tiene ante sí el reto de la desertificación demográfica y la escasa renovación generacional al frente, sobre todo, de muchas actividades productivas que se desarrollan en el ámbito rural.
Finalmente, el informe destaca el papel que desempeñan las infraestructuras de transporte para cohesionar el territorio en las que se ha recibido un importante impulso, dado que el desarrollo de la red de carreteras de Aragón es superior al registrado en España y tiene uno de los ejes de alta velocidad de mayor uso en el país. Unas comunicaciones que han favorecido la capacidad logística de la comunidad y el desarrollo de la Plataforma Logística de Zaragoza o la carga aérea en el aeropuerto de Zaragoza.