Investigadores del I3A de la Universidad de Zaragoza han sido los encargados de realizar esta investigación que ha dado como resultado este sensor que se lanzará próximamente al mercado y que comercializará la empresa suiza Ipack.
La principal característica de este sensor es que su actividad se centra en detectar la caducidad real de los alimentos, de manera que permite saber si el alimento que controla está caducado o en mal estado, según explica Cristina Nerín, investigadora del I3A (Instituto Universitario de Investigación en Ingeniería de Aragón) y catedrática de la Universidad de Zaragoza a elEconomista.es
El funcionamiento de este sensor es muy sencillo, puesto que cambia de color, volviéndose oscuro, para avisar a la persona de que el alimento no está en buen estado o bien ha caducado.
Este desarrollo presenta la ventaja adicional de que, para hacer esta detección, no es necesario que este sensor o etiqueta esté en contacto con el alimento, sino que puede colocarse en el envase en la capa interior.
Un sistema que ya se ha probado a través de varios ensayos industriales con productos frescos como la carne de pavo y la carne de pollo, estando ahora previsto que se realice algún ensayo más para productos cárnicos.
El lanzamiento de este sensor al mercado está previsto que se realice prácticamente de forma inmediata. Una comercialización que se realizará a través de la compañía suiza Ipack.
No obstante, las investigaciones en torno a este sensor no finalizan con la puesta en el mercado del producto, ya que "esto es un proyecto de largo alcance y, aunque ya se comercialice, vamos a continuar con la investigación". De momento, el siguiente paso es poder aplicar este tipo de sensores al pescado.
Este desarrollo no es el único en el que están trabajando investigadores del I3A en relación a nuevos envases activos que permiten alargar la vida útil de los alimentos sin tener que utilizar conservantes.
En este campo, el I3A, que viene investigando en esta línea desde el año 2011, ha desarrollado varios materiales que incluyen activos antimicrobianos y antioxiantes.
Entre las investigaciones que se están realizando destaca también por ejemplo la que están llevando a cabo con una multinacional italiana, dentro del programa Marie Curie, para desarrollar un material multicapas antioxidante que está más destinado a productos de pastelería o bollería. De momento, se han hecho ya algunos ensayos en productos elaborados por Chocolates Lacasa, además de haberlo probado con el café.
Materiales multicapas con poder antioxidante también es la línea de trabajo que desde el I3A se está desarrollando en colaboración con empresas de Cataluña y de Aragón para extender la vida útil de los productos. Un material que se está probando con ensayos en frutos secos y que podría lanzarse al mercado en 2015.
