Aragón

Los empresarios de Zaragoza renuncian a 380.000 euros en subvenciones para cursos de formación

La Confederación de Empresarios de Zaragoza (CEZ) ha decidido no recibir más subvenciones públicas para realizar los programas de formación de trabajadores ocupados y desempleados que hasta ahora venían desarrollando. La organización empresarial, la primera en Aragón que adopta esta medida, apuesta por un nuevo modelo de formación privada que responda a las necesidades reales formativas de las empresas y de los trabajadores.

La decisión, que se tomó en el Comité Ejecutivo el pasado día 7 de julio y que ha sido comunicada por el presidente de la CEZ Ricardo Mur, supondrá que la organización empresarial no seguirá recibiendo subvenciones públicas para estos fines. El año pasado percibió un total de 380.000 euros que se destinaron a este tipo de programas formativos, cantidad de la que cerca de 280.000 euros se correspondían con cursos de formación para trabajadores ocupados, mientras que los 100.000 euros restantes fueron para acciones de formación para personas desempleadas.

Para la nueva convocatoria de programas formativos, que se va a publicar en los próximos meses, estaba previsto que recibiera una dotación económica similar e, incluso, algo superior. Una cuantía que, además, supone el 72% de los fondos que distribuye la Confederación de Empresarios de Aragón (CREA), de acuerdo con el reparto establecido según el PIB, y que ahora acrecentará la parte de CREA.

El objetivo de la CEZ con esta decisión es tener una menor dependencia de los fondos públicos y aumentar los servicios de calidad y con valor añadido para las empresas que, en el caso de la formación, pasan por darle un nuevo enfoque a los programas formativos que "necesitan adaptarse a los nuevos tiempos", según ha explicado el presidente de la CEZ, Ricardo Mur. También se pretende dar respuesta a las necesidades de inserción laboral y de las empresas.

El nuevo enfoque de la formación que tiene previsto desarrollar la CEZ se centrará en programas formativos privados en colaboración con entidades formativas de calidad, siguiendo un modelo similar al que ha puesto en marcha la CEOE, y que se basará principalmente en los certificados profesionales, cuadros intermedios y directivos. Además, se profundizará en la formación dual para favorecer la inserción laboral. Una formación con la que no se competirá con la oferta ya existente.

"Sólo tiene sentido participar en programas formativos si hay un valor que aportar. No tiene sentido ser meros interlocutores", ha afirmado Ricardo Mur. De esta manera, la finalidad es que la formación vaya directamente a las empresas y que las grandes compañías puedan articular sus propios programas formativos en función de sus necesidades, al igual que las pequeñas y medianas empresas en las que se podrá mutualizar e ir a una formación sectorializada en el caso de no tener suficiente capacidad para crear sus propios programas de formación. No obstante, desde la CEZ se contempla dar apoyo para que se puedan articular las diferentes acciones formativas.

Para diseñar este nuevo modelo de formación, desde la Confederación de Empresarios de Zaragoza se ha creado una comisión en la que se cuenta con la participación de las empresas "porque nadie mejor que las empresas saben lo que necesitan". Una programación que podría estar ya totalmente diseñada a finales de este año.

Un modelo agotado con pérdidas

"El modelo actual es un modelo bien concebido hace unos años, pero requiere una actualización porque está alejado de las necesidades de las empresas", añade Ricardo Mur, quien además ha asegurado que, ante los casos de escándalos relacionados con los programas de formación en otras comunidades autónomas como Andalucía o Madrid, esta concepción actual de la formación "no es la mejor manera. Es un modelo agotado que no aparta valor a las empresas ni a los trabajadores" y "se ha cometido el error de verlo como un instrumento de financiación".

De esta manera, ha incidido en que "se necesita un modelo de formación que cumplimente las necesidades de las empresas y las que requiere el mercado laboral y se eviten sucesos como los que se ven. Es un modelo agotado y deseamos que el Gobierno central le de un nuevo enfoque".

Sin embargo, en el caso de la CEZ estos fondos no han sido una vía de financiación. Más bien, todo lo contrario. "El año pasado fue una fuente de gasto. Supuso pérdidas", que son similares a las del coste de personal que presta este servicio. Además, se tiene que adelantar el dinero, lo que supone unas "necesidades de financiación importantes".

Esta medida de la CEZ se enmarca dentro de los objetivos que el presidente de la Confederación de Empresarios de Zaragoza, Ricardo Mur, se marcó en su elección el pasado 28 de abril y que contemplaba una modernización de la organización empresarial para dar servicios de valor añadido a las empresas y tener una menor dependencia de los fondos públicos.

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