
El sector agroalimentario en Aragón tiene un peso económico de 4.313 millones de euros, lo que supone el 4,2% del VAB agroalimentario del país y el 12,4% de la economía aragonesa. Un sector que genera en 87.655 puestos de trabajo, lo que supone el 14,3% del total en esta comunidad y el 3,6% de toda España. Son cifras que reflejan su importancia económica con ratios que se sitúan por encima de la media del país y que indican un claro crecimiento, aunque también hay puntos débiles que, sobre todo, se centran en un todavía insuficiente esfuerzo en I+D y en el reducido tamaño de la mayoría de las empresas.
El sector agroalimentario aragonés es el noveno más grande de toda España, caracterizándose por tener una composición mayoritariamente primaria en la que la agricultura y pesca supone el 55% del VAB del sector. Su peso económico en el año 2019 se situó en 4.313 millones de euros, lo que supone un aumento del 1%. Un porcentaje que indica un mayor incremento que en España, donde este crecimiento se ha situado en el 0,5%. Es una evolución que, sin embargo, contrasta con la registrada en materia de empleo, ya que la generación de puestos de trabajo ha subido en la comunidad aragonesa el 0,6% -el total de empleos en el sector se sitúa en 87.665 empleos- frente al 1% en el conjunto del país.
La actividad relacionada con el porcino despunta especialmente en esta comunidad. De hecho, Aragón es la primera autonomía productora de ganado porcino, concentrando el 24% de la producción total de España. Además, mantiene una buena posición en el sector de cereales y fruta fresca, situándose en segunda posición, según se recoge en el Observatorio sobre el Sector Agroalimentario, impulsado por Cajamar y que ha sido elaborado por el director adjunto del Ivie y catedrático de la Universidad de Valencia, Joaquín Maudos, en colaboración con la economista también del Instituto Jimena Salamanca.
El sector agroalimentario aragonés despunta a su vez en exportaciones con 2.174 millones de euros, que representan el 4,3% del total de las ventas al exterior agroalimentarias de España. Aragón es la comunidad autónoma en la que más han crecido las exportaciones agroalimentarias con una subida del 21% en 2020 que, sobre todo, se corresponde con el buen comportamiento que ha tenido el porcino en los mercados exteriores. Un porcentaje que contrasta con el 4,3% estatal y con el comportamiento que han tenido otros sectores en la comunidad aragonesa como las ventas al exterior de bienes con una ligera subida del 0,1%.
A pesar de este incremento, Aragón es la octava comunidad exportadora, teniendo como principales destinos China, Francia e Italia y la carne y despojos comestibles como producto estrella de las exportaciones al representar el 54,3% del total de las ventas al exterior de la comunidad aragonesa. Más lejos se sitúan otros productos como las frutas y frutos comestibles con el 9,7% que, con este porcentaje, se sitúan en segunda posición y tras el que se colocan los productos de cereales y pastelería con el 5,9%. El superávit comercial en 2019 se situó en 1.468 millones de euros en Aragón.
Pero el sector agroalimentario en la comunidad aragonesa tiene otros datos que no son tan positivos y que constituyen puntos de mejora. Uno de ellos es el esfuerzo inversor en I+D. En este ratio, la comunidad aragonesa se sitúa en la décima posición con el 1,8% del total de las inversiones de España y el puesto 13 con el 2,2% de personal que desarrolla esa actividad de I+D. Un dato con el que se sitúa a distancia de las autonomías líderes como Cataluña, Andalucía y Murcia, que concentran el 55,8% del total de la I+D en el sector en el territorio nacional.
El tamaño de las empresas aragonesas en este sector es otro de los puntos que debe tenerse en cuenta por su reducido tamaño, que puede dificultar su desarrollo y expansión. En total, Aragón suma 1.042 empresas en este sector, que suponen el 3,4% del total de las industrias agroalimentarias a nivel nacional. De estas empresas, el 60% son microempresas.
Aragón es a su vez la quinta autonomía más competitiva con unos costes laborales unitarios un 14% más bajos que en el conjunto de España. Sin la comercialización del sector, la posición de la comunidad mejora hasta el cuarto lugar al ser un 19% más competitiva que la media española.