
La propuesta del ayuntamiento zaragozano incluía metas con objetivos cuantitativos e indicadores específicos para facilitar su seguimiento y evaluación.
Zaragoza ha recibido el galardón del II Premio Aire Limpio, organizado por la Plataforma X Aire Limpio, que le acredita como la ciudad mayor de 100.000 habitantes más comprometida con la calidad del aire que respiran sus ciudadanos y ciudadanas.
El fallo del jurado -formado por investigadores de prestigio y asociaciones profesionales de la calidad del aire-, se conoció en junio de este año, pero la entrega del galardón se ha realizado hoy. El acto ha contado con la presencia del alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón y del representante de la Plataforma X Aire Limpio, Jaime Gil-Robles, quien le ha hecho entrega de una placa y de un ejemplar de un árbol, que juntos han plantado para visibilizar los esfuerzos de la localidad en calidad del aire.
El jurado destacó la singularidad de Zaragoza. La propuesta del ayuntamiento incluía metas con objetivos cuantitativos e indicadores específicos para facilitar su seguimiento y evaluación, siendo este uno de los reclamos que la Plataforma X Aire Limpio lleva haciendo desde su nacimiento.
Además, el jurado ha valorado que la candidatura abordaba de manera integral la problemática y contemplaba la difusión, comunicación e implicación de la población en la mejora de calidad del aire.
El II Premio Aire Limpio supone un reconocimiento a los ayuntamientos pioneros en España en la puesta en marcha de acciones como planes de mejora de la Calidad de Aire, planes de Movilidad Urbana Sostenibles, ordenanzas municipales, campañas de divulgación, o cualquier otro tipo de iniciativas que reduzcan la contaminación atmosférica.
La mala calidad del aire es la principal causa ambiental de muerte prematura entre los ciudadanos de la UE, según el último informe del Tribunal de Cuentas Europeo (TCE). En concreto, en España, al igual que en el resto de países de la Unión, nueve de cada diez españoles que viven en entornos urbanos respiran un aire que rebasa los límites de contaminación que establece la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Sus efectos también son económicos. Por ejemplo, la contaminación le cuesta a Europa cerca de 1.400 millones de euros anuales en costes asociados a enfermedades y fallecimientos, tal y como constató la OMS en un informe publicado recientemente.