La situación derivada de la crisis sanitaria de la COVID-19 ha supuesto toda una prueba de fuego para las empresas, observándose que han tenido una mejor reacción y han actuado más rápido aquellas que ya tenían incorporados los valores que se recogen en los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), elaborados por Naciones Unidas para el cumplimiento de la Agenda 2030. Es una prueba de que la sostenibilidad, lejos de ser una amenaza para el tejido empresarial, constituye una gran oportunidad para contribuir a un desarrollo sostenible, pero también para impulsar la actividad de las empresas y, sobre todo, de las pymes.
Los ODS abren nuevas oportunidades de negocio a las empresas, con independencia de su área de actividad, al poder acceder a nuevos segmentos de mercados que son clave en la economía y que aún van a serlo más en los próximos años como las nuevas tecnologías, el comercio justo o la economía circular, entre otros.
Dentro de los sectores con más potencial destacan, por ejemplo, las energías renovables, cuyo potencial de crecimiento se estima en seis billones de dólares en nuevas inversiones en eólica y solar hasta el año 2040. También la industria digital "tiene oportunidades por valor de 2,1 billones de dólares hasta 2030 con soluciones que impacten positivamente en los ODS", ha explicado Ángela Cámara, responsable de Medioambiente e Igualdad en la Red Española del Pacto Mundial, en la jornada 'La sostenibilidad como factor estratégico para la pyme', organizada con Cámara de Zaragoza a través de la Fundación Basilio Paraíso.
A estos sectores se suman las oportunidades de la automoción -se estima que más del 50% de las ventas de coches nuevos y un tercio de la flota a nivel mundial serán eléctricos en 2040-, y de la economía circular, que se cifran en 4,5 billones hasta 2030. [Más información en el Superlunes de elEconomista]
Las oportunidades de negocio no solo vienen de la mano de estos y otros sectores de actividad. "La sostenibilidad también favorece hacer negocios con grandes empresas. El 86% de las compañías del IBEX 35 lleva a cabo acciones para contribuir a los ODS, y el 63% evalúa a sus proveedores bajo criterios sociales y de derechos humanos". Es más, el 43% dispone de un código de conducta a proveedores. Las posibilidades igualmente se abren en el sector público a través de subvenciones con la Administración Pública o para acceder a un mayor número de contratos, dado que la Ley de Contratos del Sector Público recoge aspectos medioambientales o sociales como criterios a tener en cuenta en sus adjudicaciones.
La sostenibilidad no solo tiene un impacto en las oportunidades de negocio. Igualmente, presenta otras ventajas para las empresas. El 67% de las pymes a nivel mundial implanta acciones para reducir costes, según datos de Cox Conserves, siendo posible ahorrar en el diseño de productos o en el control del uso de agua y electricidad. Y no hay que olvidarse de satisfacer a consumidores responsables. "Empezó como una tendencia, pero es una realidad. El 64% de las personas tiene en cuenta en su compra la sostenibilidad y los posibles impactos sociales y medioambientales negativos de los productos y servicios que adquiere".
Las oportunidades de la Agenda 2030 también redundan internamente en la empresa al conseguir un mayor compromiso de los trabajadores y aumentar la motivación. Hoy en día, el 85% de los empleados no está comprometido con su trabajo, pero la situación está cambiando entre los más jóvenes: el 76% de los millenials a nivel global cree que su negocio debe tener un impacto positivo.
Estas oportunidades ya están siendo aprovechadas por algunas empresas. En Joarjo, Mecanizados de Precisión y de Coletaje, su directora comercial, Isabel Mozota, explica que "es un compromiso que tenemos con la sociedad. Es una forma de devolver a la sociedad lo que nos ha dado. Lo hacemos de forma voluntaria, pero nos ha reportado beneficios porque nuestros clientes internacionales nos evalúan. También nos da contactos y accedemos a otro tipo de negocios, además de mejorar la reputación". La empresa, que es una firme convencida de la Responsabilidad Social Corporativa y desarrolla muchas actividades con especial sensibilidad con los niños, se ha fijado para este año en tres objetivos: hambre cero para lo que colaboran con diversas entidades, área de producción al ser pequeños gestores de residuos y la igualdad de género a través de la firma de varios protocolos. También se fomenta la contratación con proveedores de kilómetro cero.
David Ariño, subdirector general de Grupo Piquer, también reconoce que la experiencia es "muy positiva". Esta pyme, especializada en educación, tenía claros seis principios y "no queríamos un sistema paralelo de gestión. Teníamos el modelo EFQM +500 y lo integramos. Realmente, se trata de analizar y revisar lo que hace la organización en esos 17 ODS". Por ejemplo, la empresa ha puesto el foco en tres pilares: la igualdad de género, la educación de calidad y el trabajo decente y el crecimiento económico.
Una tendencia que también afecta al liderazgo empresarial
La sostenbilidad no solo concierne a los negocios. También se puede aplicar al liderazgo empresarial. Y, ¿cómo se aplica? La principal clave está en pasar de un 'business as usual' a una organización con futuro, es decir, que integre los ODS para generar impactos sociales y ambientales positivos para la sociedad y el planeta, teniendo en cuenta a la vez los objetivos y necesidades de la empresa. A partir de ahí, es necesaria la implicación de la alta dirección e integrar los ODS en la estrategia corporativa, extendiéndolos a las diferentes áreas y departamentos de la compañía. Por ejemplo, se pueden promover medidas de conciliación laboral, contratar a empresas locales o disminuir los residuos, entre otras acciones. También hay que fijar compromisos cuantificables en número o en porcentaje para poderlos medir y que estén alineados con la Agenda 2030 (por ejemplo alcanzar un 40% de mujeres en puestos de dirección en 2023), innovar a través de nuevas oportunidades de negocio como la movilidad sostenible o las medidas de teletrabajo y crear alianzas estratégicas con otros agentes.