El estado de alarma ha tenido una menor incidencia en el colectivo de los ingenieros industriales. La mayoría de ellos han mantenido su actividad y no prevén grandes caídas en su volumen de negocio.
Son las principales conclusiones que se desprenden de una nueva encuesta realizada por el Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Aragón y La Rioja, que se ha llevado a cabo entre 472 ingenieros industriales de toda España en las dos últimas semanas, aunque la mayoría son de las comunidades aragonesa, riojana, andaluza, madrileña, balear y canaria.
La encuesta refleja que más del 85% de los ingenieros industriales no ha vito afectada su actividad por el parón económico y empresarial que ha traído consigo la crisis sanitaria de la Covid-19. Un porcentaje que es muy superior al de otros colectivos.
Un menor impacto de la actividad que se traduce a su vez en unas mejores previsiones en cuanto a volumen de negocio, ya que más del 63% de los ingenieros industriales encuestados prevé que el impacto no será mayor del 25%.
"El impacto de la crisis del coronavirus en el colectivo de los ingenieros industriales no ha sido tan grande como en otros colectivos. La industria estaba preparada para adaptarse rápidamente a los diferentes planes de emergencia y contingencia que las empresas disponían para aguantar este golpe tan fuerte", ha afirmado Salvador Galve, decano del Colegio de Ingenieros Industriales de Aragón y La Rioja.
La encuesta también ha servido para elaborar un conjunto de 12 medidas o ideas clave para salir de esta crisis, que ha sido elaborada por un grupo de expertos del colegio.
Dentro de estas propuestas, figura el apoyo de este colectivo a todos los retos estratégicos que ahora se plantean, ya que la salida de la crisis y la necesaria reindustrialización requiere de técnicos altamente cualificados que diseñen una estrategia para reactivar la economía de forma rápida, segura y efectiva.
Las medidas también se centran en la prevención de riesgos laborales; la formación de calidad y alta capacitacion técnica; la robotización, digitalización y la I+D+i en el marco de la Industria 4.0 como motor de la recuperación económica; la logística por su importancia en la distribución, así como los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que ahora adquieren todavía mayor protagonismo, teniendo que ser la sostenibilidad la palanca de desarrollo de esta nueva normalización.
Finalmente, las medidas recogen la puesta en valor del teletrabajo -para conciliar vida laboral y familiar sin perder eficacia y eficiencia laboral- y del sector primario en el que se viene aplicando la tecnología, entre otras.