
Las franquicias se han convertido en un modelo de expansión y de crecimiento para muchas empresas, estando también en el punto de mira para personas que optan por el autoempleo o bien por invertir en negocios. Pero la franquicia por sí no es garantía de éxito. La clave está en la marca.
"No es la franquicia donde está el éxito, sino en la marca que el empresario hizo", ha afirmado Carlos Pérez Tenorio, socio-confundador y presidente ejecutivo de FoodBox y presidente de la Asociación Empresarial de Marcas de Restauración, durante su intervención en la Jornada de Franquicias 2019, celebrada en la sede de Ibercaja en Zaragoza, donde ha hablado sobre 'La franquicia como modelo de éxito'.
"Todo nace y el origen está en el emprendedor, en el empresario que la idea, tiene esa chispa, y la pone en marcha, trasladando todo a una marca, que es la que tiene la posición relevante", ha añadido en esta jornada organizada por el Programa Aragón Empresa del Instituto Aragonés de Fomento (IAF), la Asociación de Franquiciadores de Aragón (AFA), AJE Aragón y la Federación de Empresarios de Comercio y Servicios de Zaragoza.
La marca se convierte así en el elemento clave de la franquicia. "El sistema ha hecho que sea un icono y que la marca sea escalable", permitiendo crecer a las empresas que optan por este modelo que presenta múltiples pros y contras.
Entre las ventajas que tiene franquiciar están las facilidades que da tener una marca y un modelo de negocio que da fortaleza de cara al franquiciado, mientras que el franquiciador dispone de una marca exitosa que le permite poder crecer rápidamente.
Sin embargo, es un sistema o modelo que también tiene algunos contras porque dentro del mundo del franquiciado hay diversos modelos y, en algunas ocasiones, se han detectado grupos de "malos franquiciados" que han hecho que la marca no se desarrollara o bien la desvirtuaran.
De hecho, hay sectores, como por ejemplo, el de la restauración, en el que el modelo de franquicias no está bien visto del todo porque "se considera que son marcas que no están en la élite de la excelencia", ha añadido Carlos Pérez, quien ha indicado que pudo comprobar esta percepción en el Basque Culinary Center cuando fue invitado a dar una masterclass.
Sin embargo, no es el único sector en el que la franquicia no es del todo bien vista. "Hablar en España en determinados foros de la franquicia suena mal", aunque es un sistema que "bien gestionado da unas posibilidades tremendas. En los franquiciadores ha habido casos y experiencias de marcas que han caído y no hay buena percepción, pero la franquicia es un modelo de éxito de marca".
Una percepción y malas prácticas que podría solucionarse con una normativa o una mayor regulación en torno a la franquicia y que permitiría establecer las "reglas del juego" entre el franquiciador y el franquiciado. En España y en Europa no hay una ley específica sobre la franquicia a diferencia de lo que sucede en Estados Unidos, país que fue pionero en las franquicias y cuya casuística ha hecho que se construyera una marco normativo.
"No vendría mal una regulación que no fuera solo un código", ha matizado Carlos Pérez quien ha explicado que a la hora de abordar con Restalia el mercado de Estados Unidos "nos dimos una leche. Nos chocamos con el muro de no haber leído bien la reglamentación e ir con una mentalidad española. De 19 aperturas, han quedado tres", lo que ha conllevado pérdida económica.
Buena salud de la franquicia
A pesar de algunos handicaps y algunas malas experiencias que se han producido en torno a las franquicias, el sector goza de buena salud y ya no sigue atrayendo solo a grupos empresariales o a personas que optan por el autoempleo. También, se está siendo el foco de atracción para una segunda o tercera oportunidad de invertir en un negocio o modelo de franquicia. Es decir, diversificar la actividad. Además, las franquicias cada vez están más profesionalizadas.
Buen momento también ve que vive el sector de la franquicia, Javier Floristán, presidente de la Asociación de Franquiciadores de Aragón (AFA), quien ha destacado, por ejemplo, el crecimiento que se está viviendo en segmentos concretos como el de la restauración. "En el año 2008, el 16% de la restauración era organizada y, ahora, es el 26%. A nivel individual la restauración no crece, sigue creciendo por los locales" en franquicia y las grandes cadenas americanas, entre otros.
Javier Floristán -quien ha participado en la mesa 'Presente y futuro de la franquicia en Aragón' que ha estado moderada por la directora gerente del IAF Pilar Molinero-, ha resaltado la importancia de la experiencia de cliente porque "ya no se va solo por comer bien" a un establecimiento. Además, es clave conectar con los nuevos clientes, cuyo perfil ha cambiado mucho en los últimos años, lo que ha llevado al sector a apostar por la comunicación online más que por la offline como años atrás.
Una oportunidad para los jóvenes y el comercio
Las franquicias son también una oportunidad para los jóvenes empresarios. "Son una vía para extender nuestro negocio. El principal reto de cualquier joven empresa es un modelo de escalabilidad", ha afirmado Pedro Lozano, presidente de AJE Aragón.
Las posibilidades aún son mayores. "Las franquicias requieren de soluciones que los jóvenes podemos desarrollar. Y esa sinergia entre los jóvenes y los empresarios más expertos es lo que más enriquece". Una sinergia en la que a través de la asociación se trabaja en programas como, por ejemplo, Mentorizaje, además de haberse establecido contactos entre AJE y AFA, entre otras acciones.
La franquicia tampoco está reñida con el comercio tradicional, ha afirmado José Antonio Pueyo, Federación de Empresarios de Comercio y Servicios de Zaragoza y Provincia (ECOS). Y una buena prueba de ello es que dentro de los 3.100 establecimientos que conforman esta entidad, algunos son franquicias, que son un modelo "idóneo para lanzarse a una iniciativa empresarial y suplir la falta de experiencia con el know how de la franquicia".
Pero, además, las franquicias tienen otros valores de cara a las ciudades porque "dan valor a la vivienda, se cuidan las calles...", aparte de aportar otras experiencias al consumidor con productos que, al ser estandarizados, ofrecen garantías.
Y los comercios, con independencia de que sean o no franquicias, tienen que digitalizarse. Carlos López Abadías, Director de TZIR, ha explicado que "digitalizarse no es una opción. Es una obligación", incidiendo además en que el sector tiene que hacer un "importante cambio fisiológico en todo lo que tiene que ver con la digitalización para conectar con ese nuevo consumidor, que está en otros canales".