
Diseñar una estrategia y abordar la transformación digital son claves para que este tipo de establecimientos en zonas rurales o de montaña como los Pirineos no solo aumenten sus reservas y, en consecuencia sus ventas, sino que sobrevivan.
El sector del turismo en España tiene un peso del 13% en el PIB del país y el número de turistas ha ido aumentando en los últimos años, observándose hoy en día una tendencia al alza en las previsiones ante la mayor atracción de turistas y, sobre todo, de los procedentes de destinos como Asia que, además, tienen poder adquisitivo.
Son datos que están relacionados con el buen hacer del sector, aunque en el caso del turismo rural, es más complicado este dinamismo por la propia estructura de las empresas, que suelen ser de pequeño tamaño, con poca capacidad de inversión y, en general, con escaso conocimiento de las herramientas que tienen a su disposición para poder impulsar las ventas y realizar una mejor gestión de su establecimiento.
Sin embargo, existen una serie de claves que son totalmente necesarias para este tipo de establecimientos hoteleros con el fin de no solo poder competir, sino también de seguir vivos en este sector.
Y la primera de ellas es diseñar una estrategia, que debe ir más allá del alojamiento. "No solo hay que pensar en el proceso de venta", ha afirmado Tolo Gomila, presidente de la Federación Española de Asociaciones de Viviendas y Apartamentos Turísticos, durante su participación en las jornadas dirigidas a establecimientos rurales para mejorar su posicionamiento y gestión comercial, que ha organizado El Caserón Baruca en Bielsa, gestionado por la Fundación Rey Ardid.
"El destino es el argumento" para lo que se debe aprovechar la "marca" Pirineos para mejorar ese posicionamiento, convirtiéndola a su vez en un punto de atracción para el turista con el fin de tratar de que "viva una experiencia diferente", ha añadido en declaraciones a elEconomista.es
En el diseño de esta estrategia también es fundamental que los establecimientos hoteleros "se lo crean. Los propietarios son los gestores de sus establecimientos y tienen que creérselo. Si no se entiende este proceso, desaparecerán".
Además, es totalmente clave que se haga un uso racional de los canales de venta. "Hay unos canales mínimos en los que los establecimientos deberían estar". Son canales que están distribuidos en cuatro grupos en los que deberían publicitarse.
En el nivel 1, el más importante, está formado por plataformas como Booking o Airbnb, entre otras, mientras que en el nivel 2 está el canal Abritel por su importancia para el turismo francés y su proximidad con Francia por los Pirineos. El resto de niveles, los 3 y 4, son otras canales con formatos para mercados concretos como Estados Unidos, Canadá o Europa.
La estrategia que se diseñe igualmente debe comprender los metabuscadores como, por ejemplo, Tripadvisor, aparte de no obviar el importante papel de Hotel Ads de Google, que "es un gran player en la comercialización de establecimientos turísticos". No hay que olvidar que "cuando compras un producto o servicio, antes lo consultas con Google" que con cualquier persona.
A estos aspectos a contemplar en el diseño de la estrategia, hay que añadir una serie de herramientas para diseñarla de forma correcta, lo que el establecimiento puede hacer de manera directa, invirtiendo en ello por ejemplo con un motor de reserva propio, o bien externalizando la comercialización a terceros a través de entidades especializadas. Y, dentro de la estrategia, las redes sociales son otra de las claves. "No deben entenderse como ocio, sino como una estrategia de comunicación".
Pero, para que la estrategia funcione, es fundamental a su vez que los establecimientos hoteleros aborden la transformación digital y que también superen algunas barreras, siendo la introducción de la digitalización dentro del establecimiento una de las más importantes.
La falta de conocimiento sobre las herramientas o las estructuras de proceso son otro de los handicaps de los establecimientos de este sector, pero que pueden suplirse fácilmente con la externalización con terceros, así como con tener equipos implicados y formados.
Son barreras que "sí pueden superarse". Prueba de ello es el propio sector turístico español, que se ha convertido en referente mundial. Y, aunque en el turismo rural, cueste más, dentro del turismo siempre hay turistas de sol y playa, culturales... y también hay sitio para el turista rural.