La Asociación Aragonesa para la Dependencia (ARADE) va a interponer un recurso ante la Consejería de Sanidad del Gobierno de Aragón al Decreto 92/2019, publicado el pasado 6 de agosto, por el que se regula la atención farmacéutica en las residencias. La asociación considera que tendrá consecuencias nefastas en la atención a las personas mayores.
Este decreto, ante el que el recurso se interpondrá este viernes, obligará a los centros de 100 o más camas a que se suministren con la farmacia de su hospital de referencia o deberán disponer de un servicio de farmacia propio y contar con un farmacéutico en la residencia, "algo inasumible por las altas exigencias de las instalaciones y personal que impone este decreto a los centros", ha explicado Paquita Morata, gerente de ARADE.
"No se ha tenido en cuenta la inmediatez que necesitan las residencias para atender a sus clientes. Inconveniente todavía más grave en el caso de residencias del ámbito rural debido a la distancia existente hasta los hospitales de referencia. Cuando un usuario necesite por ejemplo un antibiótico o un cambio de medicación inmediata este sistema consideramos que va a ser totalmente ineficaz", ha añadido Morata.
Y es que, dada la saturación de las farmacias hospitalarias y los problemas que se prevén en la dispensa de medicamentos, la aplicación de este decreto dificultará que se ofrezca una óptima atención a los mayores y complicará un servicio esencial para los residentes, según explican desde ARADE.
Desde la asociación también señalan que las residencias de menos de 100 camas tendrán que proveerse de la farmacia que en adelante determine la Administración. Esto conduciría a que también se diera el caso de que estas tengan que recurrir a farmacias de la red de hospitales si ningún farmacéutico quiere concursar por ellas. "Quieren cambiar un sistema de trabajo que funciona y que además va en contra de la libre competencia, pues ahora estamos obligados a proveernos donde nos dice la Administración", afirma la gerente de ARADE.
"Las residencias tendrán ahora que dejar de trabajar con sus farmacias de confianza, que han adaptado sus servicios con sistemas de dosificación y dispensación, que atienden urgencias y situaciones especiales y personalizadas, a otro sistema que por experiencia sabemos que va a ir en contra del servicio a los residentes. Las residencias en esta cuestión somos meros intermediarios, no somos hospitales, somos centros sociosanitarios y nos debemos a la persona mayor y al óptimo servicio a ellos", ha incidido Morata.
Desde ARADE también lamentan que un decreto de este calado, después de estar años en preparación, se haya publicado en pleno período vacacional, el pasado 6 de agosto, sin haberlo notificado previamente a ARADE como representante de las principales entidades implicadas.