La Comisión Europea recortó ayer en una décima su previsión de crecimiento del PIB de la zona euro hasta una banda entre el 0,4% y el 0,8% en el segundo trimestre, cuando antes esperaba un rango 0,5%-0,9%. Para el tercer trimestre, la previsión se sitúa entre el 0,3% y el 0,7%, y para el cuarto, entre el 0,5% y el 1%. Se trata de cifras pírricas, sobre todo si las comparamos con EEUU; y si además se rebajan, peor todavía. Como todos los datos caben dos lecturas. La negativa para el mercado es que el crecimiento en la zona euro sigue sin despegar, pese a las insistentes previsiones de los analistas de una aceleración este año. La positiva es que, con un crecimiento así, el BCE no puede ir muy lejos subiendo los tipos, e incluso podría retrasar la subida esperada para agosto. Aunque eso nos cueste muy caro a economías tan sobrecalentadas como la