
La andaluza acude a La Moncloa con las mismas reivindicaciones que presentó hace tres meses al presidente popular pero el socialista le responde con gestos y promesas que dependerán de los presupuestos de 2019
Era una de las imágenes más esperadas por su simbolismo -la primera vez que Pedro Sánchez y Susana Díaz se reunían en La Moncloa- y también por su contenido -conocer la posición de ambos líderes en torno a las reivindicaciones de Andalucía-. Pero el encuentro entre el nuevo presidente del Gobierno de España con la presidenta de la Junta de Andalucía tuvo más de deshielo de relaciones -al estilo Frozen, como dijo Díaz recientemente- que de acuerdos reales para los andaluces. La reivindicación del cambio del modelo de financiación y los 4.000 millones que pide Andalucía tendrán que esperar.
La reunión celebrada el pasado lunes 23 de julio se enmarca en la ronda que está llevando a cabo Pedro Sánchez con los presidentes de las Comunidades Autónomas y que ha comenzado con las comunidades históricas por orden de antigüedad -País Vasco, Cataluña, Galicia y Andalucía-.
La ocasión anterior en que Sánchez y Díaz se vieron las caras fue en la Feria de Abril de Sevilla, cuando ambos acudieron a la entrega de unos premios en la caseta de la Asociación de la Prensa de Sevilla. Entonces, ella ninguneó a su secretario general del PSOE y líder de la oposición, con quien no compartió agenda y con el que apenas conversó.
Fue el último desaire de la andaluza al madrileño, con quien ha mantenido un fuerte enfrentamiento interno desde las Primarias celebradas hace ahora poco más de un año. Pero la moción de censura del pasado 1 de junio y el ascenso a la Presidencia del Gobierno ese día de Pedro Sánchez ha cambiado todo el panorama político nacional y también ha trastocado los planes de Susana Díaz.
La presidenta andaluza acudió a Moncloa el pasado mes de abril -justo al día siguiente de ver a Sánchez en la Feria de Sevilla- para llevarle a Mariano Rajoy un mensaje claro sobre la infrafinanciación de Andalucía. De hecho, Díaz consiguió el respaldo de casi todas las fuerzas políticas del Parlamento Andaluz -excepto Ciudadanos- a un documento que subraya que, con el actual sistema de financiación, esta región recibe 800 euros menos por habitante que la media del resto de comunidades, lo que suma hasta la fecha un déficit de unos 4.000 millones de euros. Hasta el Partido Popular andaluz firmó ese documento recordando que este modelo de financiación lo aprobó el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero.
El cambio de la combativa consejera Montero Sin embargo, en apenas un mes, el escenario político español ha cambiado hasta tal punto que la combativa consejera de Hacienda de la Junta, María Jesús Montero, es ahora la ministra de Hacienda del Gobierno de España y su presidente le ha dicho que esa reforma no está entre sus prioridades con el argumento de no va a dar tiempo en esta breve legislatura.
La infrafinanciación de la comunidad era la punta de lanza de un listado de reivindicaciones que Andalucía presentaba ante el Gobierno y con el que Susana Díaz pretendía armar mediáticamente su cercana campaña electoral subrayando el maltrato del PP a esta comunidad.
Un Plan Especial de Empleo, inversiones en el Corredor Mediterráneo, la conexión del Puerto de Algeciras, la financiación de la Ley de la Dependencia o ayudas ante la Inmigración eran algunos de los temas que Díaz puso sobre la mesa de Rajoy y que ahora volvía a llevar ante Sánchez.
Pero el resultado de la reunión fue bien distinto: Díaz anunció la llegada "inminente" de 500 millones de euros a Andalucía, pero se refería a la relajación de dos puntos del déficit de las Comunidades anunciado por el Gobierno y que permitiría a la Junta gastar 350 millones de euros más, sin que sean fondos provenientes del Estado. Sin embargo, esa cifra quedará bloqueada por la mayoría del PP en el Senado, según han anunciado los populares. Otros 150 millones son referidos a la liquidación de las entregas a cuenta con cargo al sistema de financiación autonómico.
Pedro Sánchez y Susana Díaz acordaron varias medidas concretas que dependerán de que el PSOE logre los apoyos necesarios en el Congreso con sus 84 diputados para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado de 2019. Entre ellas, el Gobierno se compromete a impulsar un Plan Especial de Empleo para Andalucía.
En cuanto a inversiones, Díaz anunció la "firma con carácter inmediato" de un convenio entre las Administraciones central, autonómica y el Ayuntamiento de Sevilla para continuar con el metro de la capital; el apoyo al desarrollo del Corredor Ferroviario que dé salida al tráfico procedente del Puerto de Algeciras; la agilización de la llegada del AVE a Granada, y el impulso de plazos para la línea de alta tensión Caparacena-Baza, que mejorará el suministro a la parte oriental andaluza.
Por otra parte, el Gobierno anuncia el refuerzo de la seguridad en el Campo de Gibraltar, con 7 millones de euros más "de forma inminente", de los que 5,5 corresponderá a un incremento de efectivos y el resto en medios.
Asimismo, aprobará la salida a los mercados bancarios de la Junta para financiar su deuda y obtener liquidez, una demanda que lleva en el Ministerio de Hacienda desde el mes de enero y que no había tenido respuesta.