El pacto inicial alcanzado entre Bruselas y Londres sobre la salida británica de la UE reconocerá los derechos de los 14.000 españoles que trabajan en el peñón.
En el campo de Gibraltar nunca habían estado tan pendientes de los asuntos de la política internacional como lo están ahora, desde que los británicos desde que en junio de 2016 los británicos votaron con una reñida mayoría abandonar la Unión Europea esta comarca andaluza analiza cada una de las noticias sobre el asunto.
Cada día más de 14.000 españoles, la mayoría de ellos de la provincia de Cádiz, cruza la frontera para trabajar en el peñón, más de 14.000 puestos de trabajo que dependían los acuerdos a los que llegaran los gobiernos de Gran Bretaña y España.
El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Alfonso Dastis, lanzaba un mensaje de tranquilidad a los alcaldes de los municipios Campo de Gibraltar, asegurando que el principio de acuerdo sobre las condiciones de la salida británica de la UE alcanzado recientemente entre Bruselas y Londres reconoce los derechos de los miles de españoles que cada día cruzan la verja para trabajar.
Ese acuerdo, que se aplicará a los ciudadanos que el 29 de marzo de 2019, fecha marcada para la salida, sean trabajadores transfronterizos, reconoce el mantenimiento de su derecho al trabajo, de acceso al mercado de trabajo, la igualdad de condiciones de trabajo, el reconocimiento de prestaciones sociales y la coordinación de condiciones de la Seguridad Social.
Tras reunirse con los alcaldes, Dastis explicaba que a Gibraltar, como a todo el Reino Unido, le afectan las condiciones de retirada. En cambio, para que el Peñón esté incluido en los acuerdos que la UE alcance con Londres sobre la relación futura, debe haber un acuerdo previo entre España y Reino Unido, según las directrices de negociación que aprobaron los Veintisiete.
En la misma línea el negociador de la Unión Europea para el Brexit, Michel Barnier, confirmaba que el periodo de transición que negociará con Londres solo se aplicará al territorio de Gibraltar si es con el aval de España. Sobre este asunto el ministro aseguraba que el gobierno español está dispuesto a negociar con Londres.
Una declaración de intenciones que los españoles que desempeñan su trabajo en Gibraltar recibían con más cautela que alegría.
Según indicaba a elEconomista Andalucía el presidente de la Asociación de Trabajadores Españoles de Gibraltar (ASCTEG), Salvador Molina, llevan más de 30 años demandando que se les reconozca el tiempo trabajado con Gibraltar como cotizado en España, un aspecto que no cree que esté contemplado en este primer acuerdo.
"Tendríamos que tener todas las condiciones que tiene el resto de europeos, nosotros no nos consideramos europeos porque no se nos reconoce el trabajo que hacemos en Gibraltar", denunciaba Molina.
El presidente de los trabajadores acusaba al Gobierno central de estar "obsesionado con colocar la bandera de España en el Peñón" y le pedía que alcance un acuerdo real con el ejecutivo británico para garantizar los derechos de los trabajadores.
"Tienen que llegar a un acuerdo porque Gibraltar necesita la mano obra de España, porque no tiene terreno suficiente para que los trabajadores vivan allí y La Línea es una ciudad servicio hecha a la sombra del peñón, no tiene industrias ni fábricas que generen empleo", comentaba.
A principios de mes Bruselas y Londres cerraban un acuerdo histórico que acogía las condiciones de su ruptura. El Gobierno británico se comprometía a pagar la factura del Brexit, por un importe de entre 40.000 y 45.000 millones de euros, y garantizaba los derechos de los ciudadanos europeos que viven en Reino Unido.
Británicos afincados en Andalucía
Uno de los sectores que mira con lupa el desarrollo de este acuerdo es el de las exportaciones, no en vano, Andalucía ha logrado perfilar en los último años una sólida relación comercial con el mercado británico, de tal manera que se ha convertido en la cuarta comunidad por valor de ventas a Reino Unido de España.
Las exportaciones andaluzas superan los 1.700 millones de euros mientras que las importaciones sólo alcanzan los 700 millones, por lo que la balanza comercial otorga a la región un saldo favorable de 1.000 millones de euros.
Los más de 80.000 británicos afincados en Andalucía y los 9.000 andaluces que actualmente residen en Inglaterra también han acogido con optimismo este primer acuerdo que esperan garantice sus derechos.