Andalucía

Antonio de Mora: "El arancel de Trump a la aceituna negra amenaza la UE"

Antonio de Mora, secretario general de la Asociación Española de Exportadores e Industriales de Aceituna de Mesa (Asemesa). Foto: Fernando Ruso.

El pasado mes, la Administración de EEUU ha decretado unos aranceles a las aceitunas negras españolas -la mayoría andaluzas-, que allí tienen una cuota de mercado del 33 por ciento, por "competencia desleal" debido a las ayudas públicas europeas de la PAC que reciben. 

¿De dónde partió la denuncia? ¿Cuál es el origen? Han coincidido varios factores. Para empezar, el sector californiano siempre ha intentado dificultar al máximo la exportación de aceitunas de España para evitar nuestra competencia, que es importante. Además, el presidente Donald Trump ha creado ahora un ambiente propicio a este tipo de peticiones y reclamaciones proteccinistas: procedimiento anti dumping y anti subvención. Y por otra parte, Estados Unidos siempre ha tenido una animadversión en general hacia las ayudas que la Unión Europea concede a los sectores agroalimentarios, ya que consideran que son ayudas excesivas. Estos tres factores son los que han propiciado que las dos empresas de aceitunas más importantes de California hayan pedido a su Gobierno que abran una investigación para determinar si la competencia que hace España, como dicen ellos, es competencia desleal gracias a las ayudas que recibe el sector de la PAC.

¿Qué base legal tiene esa denuncia? Estados Unidos considera que las ayudas que la UE está concediendo al sector de la aceituna de mesa están saltándose esas normas de la Organización Mundial del Comercio. Pero para que sean ilegales o recurribles tienen que ser ayudas específicas, tienen que vincularse al precio, o ser subvenciones a la exportación, etc. Hay una serie de requisitos que no existen en nuestro caso, porque las ayudas que reciben las aceitunas son en general las que da la PAC a todos los agricultores. No son específicas por sectores, ni nada. Ellos, saltándose todo eso, argumentan que las ayudas que recibe la aceituna de mesa son las que hacen que la industria pueda ser competitiva y vender a unos precios desleales y por debajo de los precios de mercado.

¿Qué suponen para ustedes las ventas de aceitunas negras al mercado de EEUU? En el caso de las aceitunas negras, tenemos allí una cuota de mercado importante tras muchos años de trabajo. Un 33 por ciento aproximadamente de las aceitunas negras que se venden en EEUU son españolas. Son unos 32 millones de kilos anuales, valorados en unos 70 millones de euros. La mayoría de ellas son andaluzas.

Los aranceles medios que les han puesto se sitúan en torno al 4,5%. ¿Son asumibles para el sector? Es que no son definitivos. A partir de enero, podrían modificarse y ser más negativos. Pero lo más importante no es eso, sino poner en cuestión la legalidad de las ayudas. Y si ponemos en cuestión las ayudas que la PAC está dando a los agricultores, estamos poniendo en duda toda la PAC. Las ayudas que reciben todos los productos. Repito, que no son ayudas que recibe la aceituna de mesa. Son ayudas que recibe el agricultor por el hecho de ser agricultor. Por lo que si se discute esto, cualquier producto, cualquier país o cualquier otro sector de otro país, o del propio EEUU, que compita con productos europeos, puede presentar mañana otro procedimiento basándose en los mismos argumentos que ya se han dado.

¿Han notado ya consecuencias inmediatas? Pues lo primero que nos ha pasado es que empezamos a perder contratos con empresas a favor de otros países como Egipto, Turquía, Marruecos o Portugal, que son países competidores de España en ese mercado. Ya han empezado a disminuir las ventas, que tendremos que ver con más tiempo en qué cuantías podemos hacer comparaciones de períodos de más largo plazo. Y aún tenemos que ver las consecuencias el próximo año. Ahora tiene que haber una fase muy importante de verificación de la información que le hemos facilitado. Por lo tanto, estos aranceles que son provisionales pueden dispararse…, por lo que se podría llegar a perder todo el mercado de aceitunas en EEUU.

¿Cuáles son los próximos plazos? Ahora lo más importante tendrá lugar en el mes de enero/febrero -porque no son plazos concretos-; tenemos dos hitos trascendentales: la visita de verificación de los funcionarios del Departamento de Comercio de EEUU para comprobar que la información que le hemos facilitado, y en la que se han basado para calcular esos aranceles y tomar esa medida provisional del procedimiento anti subvención, es correcta. Y si determinan que la información no es correcta pues podrían modificar esos aranceles. Y en segundo lugar, en cuanto a la investigación anti dumping, también en el mes de enero, deberán tomar la medida provisional que ya han tomado en la anti subvención. Una medida provisional que no sabemos por dónde va a ir.

Es decir, ¿podrían llegar nuevas medidas contra las empresas andaluzas el próximo mes? Serían nuevos aranceles que se añadirían a estos. Algo que se atrasaría al mes de junio, cuando se tomen las resoluciones definitivas, tanto en procedimiento anti subvención como en el anti dumping.

Además de la batalla jurídica, han comenzado una batalla política para la que cuentan con el Ministerio de Agricultura y la Junta de Andalucía, que aquí están colaborando, ¿no? Es una respuesta que tiene que ir a más, que debe ir creciendo. Estamos satisfechos, tanto por la Junta de Andalucía, ya que es la primera Comunidad Autónoma afectada, pues el 80 por ciento de la producción está aquí; como por la ministra de Agricultura, que ha llevado ya el tema al Consejo de Ministros. Tanto la propia comisión del Ministerio de Agricultura, como de Industria y Economía, que están colaborando en este asunto en la figura de Luis de Guindos. Y también los comisarios europeos de Agricultura y de Comercio están presionando, están haciendo gestiones por escrito y seguramente de otro tipo, ante EEUU para que cesen estas investigaciones y no sigan adelante. Me consta que hay otras entidades como la Asociación Europea de la Industria Alimentaria y otros países que también se están manifestando.

¿La UE está percibiendo la importancia de estas primera medidas norteamericanas contra productos europeos por la PAC? Sí, yo creo que lo está percibiendo, pero habrá que dar un paso más hacia delante. Ningún sector de manera individual se va a manifestar, pero en conjunto sí que sería conveniente que toda la industria agroalimentaria, toda la agricultura, todas las organizaciones que la representan, se manifiesten claramente. Y le pidan a la Comisión Europea, como acaba de hacer por ejemplo Clara Aguilera, vicepresidenta de Agricultura del Parlamento Europeo, que plante batalla y plante cara directamente a EEUU y le exija que cesen estas investigaciones. Esto deben hacerlo todas las organizaciones tanto españolas como europeas juntas, porque los aranceles de Trump a las aceitunas negras son una amenaza a toda la PAC.

La medida afecta a tres grandes empresas andaluzas: Aceitunas del Guadalquivir, Agrosevilla y Ángel Camacho. ¿Habrá más afectadas? Claro. La medida está afectando ya a todo el sector por diversas razones. Directamente, por supuesto, las empresas exportadoras que exportan a EEUU la aceituna negra. Pero esas tres son las que EEUU ha elegido para hacer la investigación. A estos les pide la información y, a través de ellos, se pide datos de su empresa, proveedores… hasta llegar a los agricultores. Hay ya hasta un número de 150 aproximadamente que se han visto involucradas a través de estas tres elegidas. Proveedores, cooperativas, etcétera. Y por eso, a cada uno, como tiene información de esas tres, les calcula su margen, su arancel y luego aplica la media a todo el sector. Por lo tanto, se ve afectado todo el sector. No solo el de la negra, sino incluso el de la verde. Esas medidas de EEUU van a hacer que esas empresas busquen salida en otros mercados, produciéndose un desequilibrio en todo el sector. O, incluso, destinar esas aceitunas a elaborarse como verdes, produciendo un exceso de oferta. Pero, repito, para nosotros lo más importante no es el efecto sobre nuestro sector, sino todas las ayudas de la PAC.

La Junta dice que está amenazado un sector compuesto por unas 300 empresas, 8.000 trabajadores y un millón de jornales. ¿Es correcto? Esos son datos de todo el sector: aceitunas negras y verdes. En exportaciones, la negra ha habido años que representa un número mayor de ventas exteriores que la verde, con más del 51 por ciento del total. Pero en la producción nacional, la negra representa el 30 por ciento aproximadamente y la verde el 70 por ciento. Sobre todo aceitunas laminadas, a rodajas, para pizzas, ensaladas... también hay cadenas en Estados Unidos que preparan bocadillos con estas aceitunas negras laminadas entre sus ingredientes.

¿La Sierra Sur sevillana sería la zona más afectada por esta situación? Sí. Sevilla es la primera provincia con un 56 por ciento de toda la producción. Andalucía tiene el 80 por ciento, y hay otras zonas de las que no estamos hablando como es Extremadura, ya que en Cáceres hay una gran producción de aceituna negra.

¿Y cómo puede ayudar la UE al sector en esta batalla? Esto es un asunto que excede a la aceituna de mesa, que sobrepasa al sector y es una cuestión de Estado. Una cuestión para la UE. Y esta debería asumir la defensa de este asunto con todas las consecuencias. Porque ahora mismo solo lo está haciendo la industria de las aceituna de mesa. Y eso no puede seguir así, evidentemente.

¿Se refiere al coste del litigio? ¿En cuánto lo estiman? Así es. Pues estimamos que va a ser un coste de unos 5 millones de euros. Una auténtica barbaridad, porque la forma en la que el Departamento de Comercio de EEUU está conduciendo la investigación es de mucha agresividad y exigencia, con cantidad de información, plazos, de todo. Pero lo que más, el número de empresas a las que está pidiendo información, que ha desbordado totalmente las previsiones iniciales y no tiene nada que ver con las formas en que estos procedimientos se llevaban a cabo antes de la llegada del Gobierno de Trump, por lo que esto se ha desbordado totalmente y más para un sector como el nuestro, que es pequeño, y que está asumiéndolo solo.

Al margen de este gran problema, la aceituna vive un momento dulce, con un producto reconocido en el mundo y que ha triplicado su consumo... Sí. Efectivamente. Ha habido un gran potencial en crecimiento, sobre todo en exportación, pues el consumo mundial está creciendo. También es verdad que se están incorporando ahora otros países a la exportación que antes no lo hacían, como Egipto, Turquía, Marruecos… Países que están solo dedicados antes a su mercado interior, a su mercado nacional, y también están exportando. Pero a pesar de la gran competencia, seguimos siendo los líderes. El mercado nacional español está estabilizado, está más maduro. Y, bueno, sí que era un buen momento, con muchas posibilidades. Aunque el mercado nacional sí que está un poquito parado. En el mercado español hace falta innovación, refrescar los productos, gamas, presentaciones, variedad, imaginación…; todo ello para que el consumidor siga consumiendo aceitunas. Y en el mercado exterior hay muchas posibilidades.

A nivel nacional, la compleja situación en Cataluña ha llevado a algunos a plantear posibles boicots a productos catalanes. ¿Esto afectaría a las aceitunas andaluzas? Claro, la globalización también existe entre productos españoles. Hay muchos productos catalanes que utilizan materia prima andaluza y viceversa. Por lo tanto, cualquier boicot que se plantee, nos afecta a todos. Es un error.

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