Andalucía

La fuga de empresas de Cataluña llega a Andalucía

Cervezas San Miguel fue la primera en mudarse a Andalucía. Foto: Alex Zea

El proceso independentista de Cataluña ha generado una palpable desconfianza entre las empresas asentadas en la región, tanto grandes entidades como otras de mediano tamaño han comenzado a mirar al resto de España para trasladar su sede social.Desde el pasado 1-O más de 1.000 empresas han sacado su sede social de Cataluña.

La fuga de empresas catalanas tiene como principal destino Madrid, que es donde han trasladado su sede la mayoría de entidades que ha decidido abandonar la comunidad. No obstante, Andalucía ha logrado captar a tres de estas empresas en éxodo, la primera de ellas fue Cervezas San Miguel, que apenas una semana después del referéndum anunció el traslado de su sede social a Málaga, donde cuenta con un centro de producción desde 1996.

Según comentaban desde la empresa, la decisión de huir de Cataluña responde "al compromiso de garantizar la máxima seguridad jurídica para la compañía y sus profesionales en el desarrollo de su actividad".San Miguel, líder del sector cervecero en España, tiene su sede central en Madrid desde 1890, donde factura y se consolidan todas sus cuentas a través de la matriz Mahou.

Además, cuenta con centros de trabajo en 11 comunidades autónomas (Andalucía, Baleares, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Canarias, Cataluña, Comunidad Valenciana, Galicia, Madrid, País Vasco y Principado de Asturias), todos ellos se mantendrán operativos en sus actuales ubicaciones.

La segunda empresa en fijarse en Andalucía fue la catalana Sanatur, referente en el sector nacional del turismo de salud especializada en injertos capilares, que pocos días después decidió trasladar su sede fiscal desde Tarragona hasta Málaga, ante la inestabilidad generada por el proceso independentista.

La creciente importancia de la provincia malagueña en el turismo de salud (acapara el 50% de la oferta de los hospitales privados de Andalucía), fue lo que motivó el traslado de la compañía.

Sanatur emitió un comunicado en el que mostraba su preocupación ante las "proclamas de corte extremista nacionalista de los dirigentes catalanes que han optado por la vía de la radicalización".

Para la compañía, Málaga es "una de las plazas de primer orden en el concierto internacional de turismo de salud", por lo que supone "el lugar idóneo para reubicar su sede y poder seguir desarrollando su actividad, sin sobresaltos ni contratiempos inesperados, que dificulten el normal desarrollo de la misma".

"La gravedad de los acontecimientos han aconsejado hacer este movimiento, siguiendo el ejemplo de otras empresas que han optado por la vía de la prudencia y la precaución", señalaba el consejero delegado de la firma, Jordi Solá.

Pastas Gallo se va Córdoba

Córdoba también se ha visto beneficiada por ese éxodo empresas, en este caso fue Pastas Gallo, la que decidió trasladar su sede social de Granollers (Barcelona) hasta el municipio cordobés de El Carpio, donde se tiene su fábrica principal.

Una decisión con la que la empresa de alimentación busca "operar en un ambiente de estabilidad", además de "garantizar la seguridad jurídica y los intereses de los consumidores, clientes, empleados y accionistas".

Propiedad de la familia Espona, el Grupo Gallo fue fundado en 1946 en Rubí (Barcelona) y se ha dedicado tradicionalmente a la producción de pasta, aunque en el inicio de este siglo empezó a fabricar también platos frescos precocinados.

Además de la planta en El Carpio, especializada en pasta seca, cuenta también con otra fábrica en Esparreguera (Barcelona), que produce multicereales sin gluten.

Una de las últimas entidades en salir de Cataluña ha sido Prolongo, una de las empresas cárnicas más importantes de Andalucía.

La entidad se fundó en Cártama (Málaga) en 1820 y aún conserva en la localidad su matadero y su fábrica, donde cada año se producen 110 toneladas de carne. La empresa tenía hasta ahora su sede social y fiscal en Gerona, lugar de procedencia de sus propietarios, sin embargo, ante la situación de incertidumbre provocada por el proceso de indepencencia han decido trasladarla. Las primeras hipótesis apuntaban a Málaga como nuevo destino de las sedes de Prolongo, pero finalmente la compañía se ha decido por Madrid.

Uno de los principales aspectos que ha llevado a la empresa a tomar esta decisión es el miedo a que sus exportaciones se vieran afectadas en el caso en el que finalmente se declarase la independencia de Cataluña.

Más de la mitad de la producción de Prolongo se exporta fuera de España, tanto en la Unión Europea como en países como China, Japón, Singapur, Taiwan o Vietnan, por lo que para la compañia es fundamental tener garantizado el normal desarrollo de sus exportaciones.

Con respecto a la planta de Cártama, la empresa asegura que se mantendrá en las mismas condiciones y que este cambio de sede social no afectará a su normal funcionamiento.

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