Empresas andaluzas como la sevillana Pregasa y la cordobesa Pagivesa han recibido numerosos pedidos de ayuntamientos de toda España.
Los atentados del pasado mes de agosto en Cataluña, sumados a los de similares características cometidos por el autodenominado Estado Islámico en Niza, Berlín, Londres y Estocolmo, han provocado que las principales ciudades españolas blinden sus calles y plazas más céntricas y concurridas con bolardos y grandes maceteros para evitar este tipo de actos terroristas basados en atropellos múltiples.
En Andalucía, aunque las ocho capitales de provincia habían comenzado a instalar este tipo de dispositivos antes de lo sucedido en Barcelona, los hechos y el vídeo en el que el grupo terrorista amenazaba directamente a "Al-andalus" abrieron el debate de las medidas de seguridad y todas han comenzado a reforzarlas usando entre otros dispositivos bolardos y jardineras.
Sevilla, Granada y Córdoba fueron las primeras en reaccionar reforzando sus medidas de seguridad.En Sevilla han instalado grandes maceteros en las principales calles del centro y en zonas como la Catedral, la Torre del Oro o la Plaza del Triunfo, además los bolardos se han extendido a otras zonas menos céntricas como Triana y Nervión.
En Granada por su parte, la principal preocupación y donde se están intensificando todas las medidas es La Alhambra, aunque también se han colocado bolardos en otras zonas muy visitadas como El Albaizín.
Por otro lado en Málaga este tipo de medidas de seguridad pasiva se utilizaban exclusivamente en eventos como la Feria de Agosto, Semana Santa o Navidad, pero la Junta Local de Seguridad del Ayuntamiento ha decido dejarlos de forma permanente en las zonas de más afluencia.
Del mismo modo, el uso de estos bolardos y barreras que tratan de evitar posibles atentados se han extendido por Huelva, Cádiz y Jaén que también han reforzado la seguridad en las principales calles.
Esta tendencia no se ha dado solo en las capitales, municipios turísticos como Marbella, Torremolinos, Benalmádena, Tarifa, Úbeza, Baeza o Punta Umbría y otros que aunque no son tan turísticos tienen especial riesgo por sus singulares características, como Algeciras, que es la puerta de entrada a Europa desde África, han comenzado también ha colocar este tipo de medidas de seguridad.
Esta situación ha provocado un importante crecimiento en las ventas de las empresas que fabrican este tipo de instalaciones. A nivel mundial el sector ha crecido un 30% en los últimos años y a nivel nacional, aunque aún es pronto para establecer cifras si que se comienza a notar un incremento paulatino en el volumen de negocio.
Empresas Andaluzas
A pesar de que las principales empresas españolas especializadas en este tipo de elementos urbanos se ubican en Madrid y en Barcelona, Andalucía cuenta también con numerosas entidades que los fabrican para ciudades de toda España.
Una de estas empresas es la sevillana Pregasa que ya ha fabricado bolardos de seguridad para los ayuntamientos de Málaga, Huelva y Almería en Andalucía y Santander, Alicante y Valencia a nivel nacional.
Según señala a elEconomista Andalucía Francisco Mateo, jefe de Administración de la compañía, todos estos elementos los realizaron antes de los atentados y ahora prevén un incremento de los pedidos.
Ante el crecimiento de la demanda algunas empresas andaluzas dedicadas al sector de los prefabricados de hormigón que tenían en su catálogo algún modelo de bolardos han aumentado la fabricación creando incluso nuevos productos específicos.
Este es el caso de la cordobesa Pagivesa que antes de los atentados fabricaba dos tipos de bolardos y ahora han creado un nuevo modelo más pesado y más seguro para satisfacer las necesidades de los nuevos clientes que suelen ser ayuntamientos y organismos públicos.
"A nivel de ventas aún no hemos crecido tanto, pero si que tenemos muchas más solicitudes de información y de presupuestos", comenta Álvaro González, jefe de Producción y Logística, que indica que ya se han interesado por sus servicios los Ayuntamientos de Sevilla, Puente Genil (Córdoba) y Torremolinos (Málaga), entre otros.
Además esta situación ha provocado que pequeñas y medianas empresas que no habían fabricado nunca este tipo de artículos comiencen a incluirlos entre su oferta para tratar de hacerse un hueco en el incipiente mercado. Prefabricados Campillos (Málaga) o Seyma (Sevilla) son alguna de las entidades que ya han comenzado a ofrecer estos nuevos equipamientos de seguridad, a la última algunos ayuntamientos de municipios sevillanos ya le han solicitado presupuesto para instalar en sus calles grandes maceteros.
El precio de los bolardos de seguridad varía mucho dependiendo de si son fijos o móviles, de su tamaño y de su peso. La mayoría de los que se están instalando en las ciudades andaluzas son fijos, los más básicos cuestan entre 25 y 50 euros si son de hormigón y entre 150 y 180 euros si son de acero inoxidable, aunque los más pesados y seguros cuestan alrededor de 500 euros.