
Ha sido elegida este mes presidenta de Ceacop (Círculo de Empresas Andaluzas de Conmstrucción, Consultoría y Obra Pública) en el momento más delicado para el sector, con las inversiones en infraestructuras en mínimos históricos por parte de todas las Administraciones públicas.
¿Cómo define la situación de la obra pública en Andalucía? Siendo prudente diré que bastante complicada porque son ya muchos años con un volumen de inversión en obra pública cada vez más pequeño y seguimos sin tocar fondo. En 2016 hemos tenido el mínimo en la serie histórica desde que tenemos datos registrados y lo peor es que los Presupuestos del Estado para 2017 no son nada esperanzadores, como no lo han sido los de la Junta. Lo único que esperamos ahora es que por lo menos esas escasas inversiones se ejecuten al cien por cien.
La inversión en obra pública en Andalucía en 2016 ha caído otro 43 por ciento hasta los 717 millones de euros cuando llegó a ser de 7.000 millones en 2007. ¿La crisis justifica ese recorte o hay otros motivos? El principal problema es que las Administraciones dan ya a nuestro sector por amortizado. No somos un sector prioritario en cuanto a creación de riqueza y empleo para ellos. Nos han olvidado sin darse cuenta de que así olvidan a los ciudadanos. Es verdad que la situación económica es muy complicada y que hay menos fondos disponibles para nuevas inversiones y lo hemos entendido. Pero la sociedad necesita de sus infraestructuras para desarrollarse y si no se crean nuevas, habrá que mantener las existentes.
En tiempos de bonanza económica ¿derrochamos mucho en infraestructuras discutibles? No. Era otro momento muy distinto. Andalucía vivió una eclosión de infraestructuras porque había dotación presupuestaria y muchos fondos europeos que en ese marco 2002-2006 para ello. Hay un estudio que valora en el 1 por ciento el volumen total de infraestructuras públicas que se hicieron en España en esa época que no estén en uso. En cualquier caso, para evitar eso, nosotros demandamos un órgano independiente, transversal, apolítico, que planifique las infraestructuras de Andalucía, que analice las prioridades y haga el diagnóstico de las necesidades de la sociedad. Y que luego ese informe se le presente a los poderes políticos, que en cada momento tendrán que decidir si hay fondos para acometer esas infraestructuras.
Ceacop tiene su propia cifra de las necesidades en Andalucía, ¿no? Nosotros creemos que Andalucía necesita al menos una media anual de inversión pública en torno a los 2.500 millones para poder mantener las infraestructuras y también para mantener 125.000 empleos en este sector.
Los Presupuestos del Estado de 2017 recién presentados prevé una caída de la inversión del 36 por ciento en Andalucía. ¿Esto qué supone? Esto supone que no se van a continuar las infraestructuras pendientes. El presupuesto de 2016 preveía que ese año iba a haber unos 400 millones de euros en infraestructuras, aunque no se han ejecutado, y que se mantendría esa inversión en los siguientes años. Pero es que los nuevos presupuestos prevén una inversión en torno a 200 millones para 2017, y también para 2018 y 2019. El Gobierno central tenía mucha obra pública en Andalucía que terminar de desarrollar y con estos presupuestos es imposible no sólo terminarlas sino mantener las infraestructuras existentes. Con 200 millones de euros al año no hay ni para la conservación de carreteras.
Un informe de la Comisión Europea denuncia el bajo nivel de competitividad de Andalucía, y subraya sus malas infraestructuras... El problema que tenemos es que Andalucía es una región periférica de España y la UE y además es muy grande. Nosotros queremos que Andalucía deje de ser el fondo de saco de Europa. Tenemos que convencer a la UE de que Andalucía tiene que ser el paso hacia África, un continente por desarrollar con grandes posibilidades de negocio. Pero ahora no es así. Incluso si llega el famoso tren del Corredor Mediterráneo al Puerto de Algeciras debe ser para que haya ese paso, no para que queden aquí las mercancías y cargarlas en otro.
¿Es comprensible que el Puerto de Algeciras, primero de España y cuarto de Europa, no tenga su conexión ferroviaria ya? No sólo eso, sino que lo están condenando a ser un trastero o almacén de contenedores. Los grandes barcos llegan ahí, descargan y ahora no hay forma de sacar los productos salvo por carretera, con el coste que eso supone. Tenemos un magnífico puerto, con buenas infraestructuras portuarias, con una logística puntera en el mundo y con un enclave estratégico que nos vamos a cargar.
¿Ceacop apuesta por el Corredor Mediterráneo o el Central? Nosotros lo que decimos es que ya hay un trazado aprobado por la UE, con un presupuesto claro y que lo que queremos es que se ejecute cuanto antes. Ahora los países comprometidos con esa infraestructura europea deben aportar su parte. Lo que no entendemos es que el Gobierno español haya destinado fondos para ejecutar una parte, pero no para la que llega a Andalucía. Quizá tengamos que pedir la independencia de Andalucía para que el Gobierno destine aquí también 4.000 millones en infraestructuras...
¿Qué inversiones del Gobierno siguen en el cajón en estos momentos? Casi todas. Pero las prioridades dependen mucho de cada provincia. Si hablamos de Sevilla falta la SE-40; en Granada, la segunda circunvalación de la ciudad; en Málaga falta la conexión con el aeropuerto; en Huelva, la estación de tren y el tercer carril de la autovía; en Cádiz, la liberalización del peaje de la autopista o el desdoblamiento de la autovía?
Granada lleva tres años sin tren mientras llega el AVE. ¿Es un ejemplo de chapuza, de mala gestión, de engaño a los ciudadanos?? Es muy simple. Los fondos previstos para ese AVE se han destinado a otras regiones de España que protestan más. Y si no hay dinero, no se puede ejecutar la obra. La empresa no es la culpable. Entendemos que una vez que se le adjudican unas obras a una empresa es porque la Administración tiene los fondos para acabarla. Pero aquí no ha sido así. Y además está claro que no se ha planificado bien, porque se tenía que haber cortado la línea de tren lo último, y no lo primero, para hacer las obras del AVE.
Ceacop también se ha mostrado muy crítico con las inversiones de la Junta de Andalucía y ha llegado a calificar de ?tomadura de pelo? el plan de infraestructuras a 2020, denominado ?Pista?. ¿Por qué? Porque el Pista es una declaración de todo lo que no podemos hacer porque no tenemos fondos. ¿Eso para qué sirve? Nosotros lo que planteamos al consejero es simplemente que convenza a su equipo de Gobierno de que las infraestructuras son necesarias socialmente por encima de todo, más allá de que creen empleo y riqueza empresarial. Es que sigue habiendo niños en Andalucía que van a caracolas porque no tienen aulas ni colegios; es que sigue habiendo centros de salud terminados que no se ponen en funcionamiento porque no se les ha hecho la conexión para llegar?
¿Qué obras prioritarias de la Junta están también en los cajones? Pues también casi todas, pero en estos momentos nos conformamos con la conservación y rehabilitación de todas las infraestructuras existentes, desde viviendas públicas a carreteras. Hace años ya que la Asociación Española de la Carretera publicó un informe que subraya que por un euro que hoy no dedicamos a conservación, dentro de dos años tendremos que dedicar cinco a reparación, y en cinco años tendremos que dedicar 25 euros a reconstrucción. No nos hacemos a la idea de que nuestras carreteras están muy expuestas y hace falta mantenerlas para garantizar nuestra seguridad.
Supongo que ni hablamos de nuevas infraestructuras, ¿no? Pues deberíamos. Por ejemplo, los sistemas de transporte metropolitanos siguen siendo muy deficiente en todas nuestras capitales de provincia. Y no podemos olvidar lo que está pasando con el plan de saneamiento y depuración de aguas, donde vamos con un retraso espectacular y estamos incumpliendo la Ley.
¿Incumpliendo la Ley? ¿A qué se refiere? La UE emitió hace años una directiva que obligaba a tener depuradas las aguas de todas las aglomeraciones urbanas antes de 2015. España traspuso esa normativa europea a su legislación y Andalucía en el año 2010 también lo hizo con la Ley de Aguas. Para asegurarse una vía de financiación de esas infraestructuras el Canon del Agua, una tasa que pagan todos los andaluces que tengan un contrato de agua independientemente de su posición social y económica. Hoy por hoy, ese Canon del Agua recauda anualmente una media de 120 millones de euros en Andalucía, desde que se puso en marcha en mayo de 2011. Sin embargo, a 31 de diciembre de 2016 se habían adjudicado sólo el 6 por ciento de las 300 actuaciones que hay declaradas de Interés General en la Ley de Aguas de la Junta de Andalucía, y que suponían una inversión de unos 1.700 millones de euros. ¿Dónde está el dinero? ¿Por qué ese retraso? Alguien tendrá que aclararlo.
¿Por qué pedir el tren directo Málaga-Sevilla parece una utopía? Sería muy importante para estos dos núcleos, principales motores económicos de la región, y para toda Andalucía. Actualmente la conexión pasa por Córdoba, y la verdad es que en estos momentos hacer una línea nueva es una inversión que no parece realista viendo el contexto económico que tenemos. Pero sí hay una solución transitoria que es el ramal de Almodóvar del Río, que en los presupuestos ha llegado a estar contemplada en algún momento y que mucho me temo que se ha caído.
¿Hemos tocado fondo? Creo que sí, que hemos tocado fondo, pero no sé cuánto tiempo nos vamos a arrastrar por él.
¿Cree que los ciudadanos son conscientes de esta situación o les da igual porque tienen ustedes mala fama? Bueno, quizá ahí hemos estado torpes todos, en no saber explicarle a la ciudadanía que somos empresas que hemos creado riqueza, empleo y que hemos construido estupendas infraestructuras con las que Andalucía ha crecido y se ha desarrollado como comunidad. No somos un grupo de especuladores o de delincuentes que se lo lleva calentito, aunque en algunos medios, lo que venda sean las comisiones a partidos políticos y esas cosas.
Ya que lo comenta, ¿qué opina cuando ve a alguna gran constructora acusada de esos delitos? Eso no tiene nada que ver con nosotros. No compartimos esas prácticas y la inmensa mayoría de las empresas huyen totalmente de ello. Pero todo se magnifica, incluso cuando hay un simple modificado de obra porque surgen necesidades que lo incrementan y se crea un escándalo mediático. Y no hemos sabido explicar que cuando hay un modificado no es por gusto de la constructora sino porque realmente han surgido necesidades que no recogía el proyecto inicial o porque la propia Administración cambia de criterio.
Ha sido elegida presidenta frente a otra candidatura que criticaba que usted no sea empresaria del sector. ¿Cómo ha vivido el proceso? Llevo años trabajando en esta organización como gerente y varios empresarios me pidieron que yo encabezara una candidatura, algo que he aceptado con ilusión y compromiso, pensando que las circunstancias actuales invitan a ello. Creo que es más fácil ahora que la cabeza de Ceacop no esté ligada a ninguna empresa para evitar suspicacias. Soy una interlocutora sin intereses privados detrás y creo que eso es bueno para todos en estos momentos tan complicados ante las Administraciones públicas. Y no digo que esto tenga que ser así siempre.