Andalucía

Enrique Ybarra: "El turismo es la industria del futuro en Andalucía"

Enrique Ybarra, presidente de City Sightseeing. Foto: Fernando Ruso

Este sevillano, tan amante de su tierra como ciudadano del mundo, celebra este año el 25 aniversario del proyecto que cambió su vida y también modificó la forma de ver las capitales turísticas para millones de viajeros en todo el mundo con sus autobuses rojos descapotables de dos plantas. Su empresa, City Sightseeing, es ya conocida y reconocida en todo el planeta como una firma global del sector.

¿Qué queda de aquel sueño de hace 25 años? Queda todo. Yo creo que todavía seguimos soñando, pero aquello fue el inicio del sueño. Es muy bonito ahora mirar hacia atrás y ver lo que hemos recorrido. Y también ver la foto del presente, y la cantidad de gente que está trabajando con nosotros en todos los rincones del mundo. Y es especialmente bonito ver el entusiasmo como el primer día, no sólo mío, sino de todo el equipo, los que están desde hace tantos años y los que se van incorporando.

¿La empresa tuvo siempre esa vocación global? No. La idea inicial era enseñar Sevilla al mundo, aprovechando aquella Expo 92. No queríamos que se fueran de aquí habiendo visitado solo la isla de la Cartuja, donde se celebraba la exposición, sino que hubieran recorrido la nueva Sevilla reformada para aquel año. Lo quisimos hacer con algo muy característico de la ciudad en el siglo pasado como eran los tranvías. Y así empezamos esos meses, con dos tranvías llamados Carmen y El barbero de Sevilla que trajimos de San Francisco.

¿Y cómo fue el salto a la empresa que hoy conocemos con los autobuses turísticos? ¿Fue una decisión estratégica? Pues lo cierto es que no. Pero tras la Expo 92 nos vimos en una crisis tremenda, a nivel internacional, con la Guerra del Golfo, y además con una ciudad fantasma, Sevilla, que se paralizó tras los meses extraordinarios vividos aquel año. El 12 de octubre, al acabar la exposición universal, tuvimos que plantearnos qué hacer, porque no había viajeros en nuestros tranvías ni teníamos para pagar salarios. Aún me recuerdo vendiendo tickets esos días. Yo por aquel entonces era un joven recién salido de la universidad y sin más experiencia que la de ese año apasionante de trabajo. Pero entonces hicimos un estudio de mercado para ver qué empresas del sector había que pudiera ayudarnos, y nos dimos cuenta de que no había tantas, de que eran extranjeras, y de que no había ninguna que operara a nivel global. Eso me llamó mucho la atención, porque el sector turístico es de los primeros que incorporó la globalización empresarialmente, cadenas de hoteles, alquileres de coches? De ahí salió la idea de crear una marca que tuviera una visión global.

¿Y eso qué supuso? Crear una empresa con una idea diferente, que fuera reconocible en distintas ciudades, con los mismos servicios y prestaciones, con centrales de compra para negociar con touroperadores y con una economía de escala que ayudaba a operadores locales a sumarse al proyecto.

¿Cuál es la radiografía de la empresa 25 años después? Pues somos una empresa global. Es un orgullo que nuestros autobuses estén presente en 118 ciudades de 36 países de los cinco continentes, que mueve anualmente a unos 13 millones de viajeros y con una flota que supera ya los 1.300 vehículos, así como 3.400 personas trabajando bajo esta marca.

¿Hay algún destino que le parezca especialmente exótico o del que se sienta especialmente orgulloso? Bueno, hay muchos, pero en estos momentos Dubai, no sólo por el sitio y todo lo que está ocurriendo allí, por cierto que en 2020 será la próxima exposición universal, sino porque la verdad es que nunca pensé que tendría una joint-venture con el grupo Emirates, que es la primera aerolínea del mundo por prestigio y capacidad.

¿Y cuál es el sueño para dentro de otros 25 años? Tenemos muchos, entre ellos seguir creciendo por todo el mundo, donde todavía hay muchas ciudades muy interesantes y con potencial para poder ofrecer este servicio turístico. Por otra parte, también estamos trabajando en ampliar nuestra oferta de transportes, no sólo con autobuses sino con barcos, que ya tenemos en varias ciudades, los paseos a pie y otras variedades, incluido vuelos en helicópteros.

¿Cuál es su principal reto en estos momentos a nivel empresarial? Pues sobre todo la renovación tecnológica. Hemos estado durante muchos años volcados en la operativa del día a día y en la comercialización a pie de calle, pero ahora las nuevas tecnologías nos abren un abanico de posibilidades mediante múltiples canales, por lo que estamos desarrollando una plataforma propia no sólo para poder vender nuestros tours, sino muchas otras actividades y servicios complementarios. Nosotros empezamos vendiendo una ruta turística por la ciudad, pero hemos visto que los viajeros quieren más, piden una experiencia, y nos estamos adaptando. Los clientes piden mucho más que un simple transporte que les mueva por la ciudad para hacerse una foto. Quieren que les ayudes a disfrutar esa ciudad, y que les facilites otros muchos servicios, desde cultura a ocio o deportes.

¿Cómo va la diversificación de la oferta que ha iniciado la compañía hace dos años? Hemos creado una nueva línea de negocio durante estos años más duros de la crisis en España, que es la gestión de puntos de información y oficinas turísticas. Empezamos hace dos años y medio, y no sólo hemos tomado ya la gestión de oficinas que ya estaban en funcionamiento por parte de la Administración Pública, sino que además hemos creado también nuestros propios puntos de información. Y hoy en día en España tenemos ya una red de unas 40 oficinas. No hay ninguna otra empresa en España que dé este servicio y ahora vamos a salir a nivel internacional.

Con la enorme competencia mundial existente, ¿cuál es el secreto de City Sightseeing para seguir expandiéndose de esta manera? ¿Qué le hace distinta a otras empresas? Tener el mejor equipo, con los mejores profesionales, con el mayor entusiasmo y pasión, que es capaz de transmitírselo a todas las ciudades a las que vamos. Esa es la clave.

Están a punto de cerrar un acuerdo con la multinacional francesa Looping para hacerse cargo del Acuario de Sevilla, en crisis. ¿Qué esperan de ese proyecto? Bueno, es verdad que se trata de un reto. Queremos poner en valor ese recinto y potenciar diversas actividades complementarias, como los eventos en un nuevo auditorio que vamos a realizar. Apostamos por nuestra ciudad. Y vamos de la mano de un grupo con muchísima experiencia como Looping, con 11 parques temáticos y dos acuarios.

Tengo entendido que el crecimiento de su actividad ha generado una pequeña industria de automoción para la construcción de sus autobuses. ¿Es cierto? Nosotros empezamos con vehículos reales de la flota de autobuses de Londres, que se cortaban en su parte superior para quitarles el techo y se acondicionaban, porque nadie creía que había una demanda suficiente para fabricar este tipo de vehículos. Y en el año 2001 convencimos a un carrocero de Lérida, y a Volvo para que nos vendiera los chasis, para hacer los primeros vehículos. Así empezamos, pero hoy en día hay como 10 ó 12 empresas que fabrican en sus plantas este tipo de vehículos, no sólo para nosotros, que tenemos ya 1.200, sino para otras empresas y necesidades.

¿Ha calculado cuantas vueltas al mundo ha dado ya durante estos años? Pues aunque parezca increíble no me he parado nunca a calcularlo. Pero es cierto que en estos 25 años deben haber sido muchas. Sí recuerdo una ocasión en la que fui consciente de haber estado en tres continentes distintos en el mismo día. Pero no sé cuántos miles de kilómetros puedo hacer al año viajando.

¿Hay alguna zona del mundo que en estos momentos sea estratégica para el crecimiento de la compañía? Quizá Oriente Medio y el Sudeste Asiático, que es donde hay un crecimiento turístico muy importante previsto en los próximos años. De hecho, hay un estudio de Master Card dado a conocer en Fitur que dice que 11 de los 12 aeropuertos que más han crecido este pasado año en el mundo están al sur y al este de Estambul, si bien es cierto que todavía es una zona con muchas incertidumbres.

¿Qué previsión de nuevas aperturas tiene para este año? Seguiremos con nuestra política de poner nuestros autobuses en cuatro o cinco nuevas ciudades cada año, aunque no podemos adelantar aún cuáles serán porque se están negociando todavía. Sí podemos adelantar que en breve estaremos en la Capital de Arabia Saudí, Riad.

En clave regional, ¿por qué cree que hay tan pocas empresas andaluzas con presencia en el exterior en un sector como el turístico, en el que somos una potencia mundial? La verdad es que en este momento no sabría decirlo, y tampoco puedo hablar por los demás. Yo sólo puedo decir que en mi caso siempre me ha apasionado salir fuera, relacionarme con otras culturas y aprender de ellas, estar en países diferentes, y desarrollar nuevos proyectos. Me gustan los retos y creo que ese es un buen revulsivo para tener esa presencia global. Pero respeto a quien prefiere quedarse aquí.

Con esa perspectiva global, ¿cómo ve el futuro inmediato del turismo internacional? A pesar de los conflictos geopolíticos que hay en estos momentos en algunos lugares del mundo, el turismo sigue creciendo sobre un 4,5 por ciento anual. Algunas zonas es verdad que se han visto afectadas por diversas circunstancias y hay otras que están absorbiendo a esos turistas, como es el caso de España, que se está viendo beneficiada. Lo que sí veo es que el turismo es ya una necesidad. Hace 25 años, cuando empezamos, viajar era un lujo; luego pasó a ser una forma de ocio; y hoy en día forma parte de nuestras vidas como algo normal, que nos da experiencias, que nos sirve para cargar las pilas, que nos permite salir de nuestra rutina? Además, el crecimiento de los transportes, desde aviones low cost a turismo de cruceros, facilitan la posibilidad de viajar, así como las nuevas plataformas de Internet.

Hablando de esas plataformas, ¿cree que las webs de economía colaborativa ponen en jaque al sector? Bueno, esas plataformas, como airbnb, blablacar, etc., facilitan el acceso al turismo a muchos jóvenes. No me parece mal que crezca la oferta, y hay espacio para los hoteles y para los apartamentos turísticos. También a nosotros nos criticaron cuando llegamos a Venecia, porque decían que afectaríamos a las góndolas o los vaporettos, pero hay espacio para todos. Lo que sí debe haber es una regulación para todos los tipos de servicios para que cumplan unas condiciones y paguen sus impuestos, y evitar una competencia desleal.

¿Empieza Andalucía a creerse que el turismo es una gran industria o sigue con el complejo de la región de servicios? Tanto en Andalucía como en España, el turismo es la gran industria del futuro. Está muy claro que el sector servicios sigue en crecimiento, creando riqueza y empleos, y sería ridículo no aprovecharlo, sin complejos, para convertirla en una gran industria en la que podemos ser líderes.

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