El final del verano trae consigo un particular agosto para los temporeros andaluces que esperan la llegada de este tiempo para conseguir una oportunidad laboral en la vendimia ya sea aquí en Andalucía o en tierras francesas, hacia donde este año han partido unos 11.000 trabajadores andaluces.
Las inclemencias meteorológicas han venido marcando negativamente durante todo el año la mayoría de los cultivos en Andalucía y la uva tampoco se ha salvado, las altas temperaturas, y la escasa lluvia y a destiempo unidos a los fuertes temporales de levante del verano han provocado que la vendimia arranque con malas previsiones, y es que, según las primeras estimaciones de COAG se espera un descenso general de la producción de un 25%.
Según ha explicado a "El economista Andalucía" Miguel Pérez, el responsable del sector vitícola de COAG, en un principio las previsiones eran "muy buenas", incluso se pensaba que se superaría la producción de la campaña anterior, pero el calor extremo de julio y agosto y las fuertes rachas de levante hicieron cambiar esas estimaciones. El aspecto positivo del asunto, es que el fruto de este año será de mayor calidad que el de años anteriores, ya que, en palabras de Pérez, "la uva que ha sobrevivido a estas inclemencias es de una calidad excepcional".
Por zonas, la más afectada es Huelva y su denominación de origen "Condado de Huelva", donde se prevén pérdidas de la producción de un 40%, seguida de Jerez donde se estiman pérdidas que rondan el 30%, en Montilla el descenso de rondará entre el 10 y el 15% y en Málaga se quedará en un 10%.
Las altas temperaturas han provocado la deshidratación de la uva, que ha ganado en azúcar, pero ha perdido peso, aunque en general, los frutos no han sufrido ataques, no ha hecho falta usar tratamientos y están muy sanos, no ha habido podredumbre.
Huelva y Jerez sí ha han sufrido la incidencia del mildiu, un hongo que este año se ha presentado con una especial virulencia. Además la araña roja también se ha dejado ver esta temporada, especialmente en la zona de Jerez, ya que esta plaga se ve favorecida por las altas temperaturas y por la ausencia de humedad que provoca el viento de levante.
En algunas zonas de Málaga la ausencia de lluvias ha favorecido la aparición del mosquito verde, una plaga que aunque no afecta al fruto de este año, si que mermará la cosecha del año que viene, ya que, este insecto ataca a la hoja de la parra que se seca y se cae.
Desarrollo de la vendimia
La campaña comenzó con retraso y terminará más tarde de lo previsto en algunas zonas, debido a las altas temperaturas registradas a principios de septiembre, por lo que hasta mediados de octubre no estará todo el fruto recolectado.
En Montilla, las variedades para vino joven como la chardonnay, cabernet sauvignonblanc, moscatel y otras como la tempranillo ya han terminado. La syrah está en marcha y la Pedro Ximénez también. Esta última se retrasó porque la uva no tenía suficiente grado de azúcar. Una vez alcanzado el grado deseado, ha comenzado la recolección.
En Málaga, la Axarquía, que es la más temprana, con la uva moscatel de Alejandría, ya está prácticamente terminada y ha han comenzado a recolectar las pasas. En Ronda los plazos se van cumpliendo, porque es una zona donde llovió un poco en mayo, y se están ultimando las tintas. Por el contrario, la zona Norte de la provincia, va más retrasada que otros años, porque al no subir las temperaturas no hay rociada y al fruto le falta un poco de blandura. La moscatel, las tintas y la merlot ya están recolectadas y ahora se están vendimiando la syrah, la Pedro Ximénez, la autóctona, la doradilla y la airén.
En Jerez la vendimia ya está prácticamente concluida y se espera una fuerte reducción de en torno al 30%, con lo cual se rondarán los 55 millones de kilos. La presencia del viento de levante durante unos 40 días casi ininterrumpidos, es uno de los principales causantes de esta reducción. A esto se une la fuerte incidencia del mildiu, sobre todo en las zonas de costa noroeste (Chipiona, Sanlúcar de Barrameda y Trebujena) en las que existen pagos arrasados por este hongo.
Según ha explicado Pérez, las pérdidas económicas son difíciles de calcular porque los agricultores entregan la uva sin saber el precio, por lo que los ingresos dependen del mercado. "los agricultores confían en que haya un repunte de precios que amortigüe la merma de la producción", ha señalado el experto.
Esta merma de la producción ya se está dejando notar en el empleo, un aspecto que ya se había visto afectado por la mecanización de la recogida, porque aunque en la mayoría de los viñedos la recogida sigue siendo manual, cada vez son más los que se apuntan a las nuevas tecnologías, por ejemplo en Jerez el 50% de las viñas están preparadas para la mecanización. Según las estimaciones de COAG el número de trabajadores de la vendimia andaluza de este año también se ha visto reducido en torno a un 25%. A pesar de las malas previsiones los agricultores tienen sus esperanzas puestas en que la buena calidad del fruto supla todas las desavenencias.