
El primer grupo hotelero de capital andaluz, con 30 establecimiento en Andalucía, Madrid, Valencia, Barcelona y Canarias y 7.150 habitaciones, quiere despedir a 240 personas, suspender el contrato a otras 225 y modificar las condiciones laborales de otros 36 empleados.
Así lo ha comunicado CCOO, que señala que el plazo para tratar de acordar estas medidas con la plantilla expira el 6 de marzo y que señala la paradoja de que se presente este ajuste en un año de cifras récord para el turismo español con casi 65 millones de turistas.
Fuentes de la cadena han trasladado a Europa Press que "desgraciadamente y tras intentar en varias ocasiones alcanzar acuerdos que evitasen la destrucción de empleo" el grupo se ha visto "obligado" a "abrir este proceso", si bien han defendido que su intención desde el principio ha sido la de "seguir siendo competitivos" y "mantener de los puestos de trabajo, especialmente en los meses de invierno, en los cuales se producen pérdidas".
"Como se ha trasladado a los trabajadores y a los sindicatos, durante los 30 días de negociación analizaremos cualquier posible solución que se proponga por parte de los trabajadores, estando seguros de que el interés común en dar viabilidad a un proyecto empresarial de más de 30 años y que da empleo cada verano a más de 3.000 personas, permitirá a ambas partes alcanzar un acuerdo", han apuntado desde la compañía.
Hoteles Playa tuvo una plantilla media de 1.670 personas durante el año 2013, último con cifras disponibles, y tiene una plantilla fija de 1.200 personas, según datos del registro mercantil (Informa). Las 500 personas afectadas por las medidas planteadas suponen así entre un 32 y un 42 por ciento de la fuerza laboral, según la cifra total que se tenga en cuenta. El gasto de personal de la compañía se redujo un 12 por ciento en 2013 respecto a los dos años anteriores, desde 36,6 a 32,2 millones de euros.
De los 239 despedidos previstos, un total de 230 son mujeres del departamento de pisos y limpieza y nueve pertenecen de la central de reservas, mientras que dos secciones que "externalizarán" con el objetivo de "abaratar costes", según señaló por su parte CCOO. El sindicato criticó las medidas emprendidas por la empresa por "injustas, inútiles y desproporcionadas".
Salto exterior
Hoteles Playa, cadena controlada por la familia almeriense Rossell, está gestionada desde 2012 por los dos hijos del fundador y aún presidente de la cadena, José María Rossell. La compañía acometió ese relevo en la gestión ejecutiva al tiempo que lanzó una ampliación de capital de dos millones ese año para reforzar el balance.
Hoteles Playa es propiedad de la familia Rossell en un 70 por ciento, y de las entidades Unicaja y Caixabank, que se reparten el 30 por ciento restante. En 2013 facturó 97 millones, un 14 por ciento menos, tras acometer una política de bajada de precios generalizada, y logró beneficios de 250.000 euros tras las pérdidas de 2,5 millones de de 2012. Desde inicios de este año 2015 gestiona además su primer hotel fuera de España en Yebra (Túnez).