Andalucía

"Tendremos más presencia en Riotinto, todo lo que huele a mineral nos interesa"

  • "Magdalena es la primera nueva mina que abre en la zona en dos décadas"
  • "El centro logístico del Puerto de Huelva es clave para reducir nuestros costes"
  • "Si abrieran más minas podría pensarse en otra fundición de cobre en Huelva"

Trafigura, gigante global de las materias primas con ingresos de 105.000 millones en 2013 -tres cuartas partes procedentes del petróleo-, tiene en España la principal apuesta de su grupo de negocio de minería. En concreto, en Huelva, donde hace tres años adquirió la mina de Aguas Teñidas. Dos minas más se añadirán al ambicioso plan de crecimiento, a las que podría sumarse el icono minero español: Riotinto, donde Trafigura ya tiene un 18 por ciento. La entrevista, aparecida en la nueva revista elEconomista Andalucía, se realizó antes de conocerse que la Junta andaluza reclama a Matsa la devolución de una ayuda de 10 millones concedida en 2007.

P. ¿Por qué invierte Trafigura en Emed? La explicación oficial es que es financiera, pero en el mercado se especula que hay interés más allá...

R. Te comento en términos generales cuál es nuestra estrategia de inversión actual. Vamos a tener una nueva terminal portuaria en Huelva con capacidad para gestionar más de un millón de toneladas de mercancía, no sólo de concentrado de cobre que es lo que producimos aquí. Trafigura está haciendo una clara apuesta por España gracias a los resultados que estamos teniendo aquí en Matsa. No sólo es nuestra inversión en Emed: en términos coloquiales, todo lo que huele a mineral nos interesa en la faja pirítica ibérica. Es cierto que ahora mismo es una inversión financiera. Nosotros buscamos una estrategia global de crecimiento en España, incluyendo abrir más minas, reforzar la logística portuaria, algún día quizá hacer una fundición de cobre... La inversión en Emed nos puede permitir comprender mejor el potencial económico que pueda tener la mina de Riotinto. Una vez se comprenda mejor el potencial, se podría pensar en tener una mayor participación. Y ahí incluyo evaluaciones del negocio que supone, implicaciones técnicas y medioambientales, dificultades administrativas. Es un proyecto a mi juicio complejo. Trafigura no está interesada en tomar el control ahora. Pero si el proyecto llega a ser lo suficientemente interesante, seguramente buscaríamos dar un paso adicional. La inversión hecha hasta ahora no es más que una muestra más de nuestro interés por crecer en España.

P. Han inuaugurado en septiembre una nueva mina, Magdalena; también estén preparando la reapertura de la mina cerrada durante años de Sotiel; el interés en Riotinto; y a todo ello se suma la adjudicación de numerosos permisos de investigación. ¿A cinco o diez años, qué será Matsa?

R. Nosotros actualmente terminamos, este octubre, la nueva planta de procesado y a inicios de 2015 estará funcionando una planta para procesar 4,4 millones de toneladas de mineral al año, el doble que ahora. Esto es un mundo de mineral. Con esto, tenemos que tener una visión de largo plazo, a 15 años, permanentemente, año tras año siempre pensando a 15 años. Y eso nos exige tener una reserva probada e identificada de 70 millones de toneladas todos los años, año tras año. A esto se añade que la planta actual está limitada por la distancia a la que se encuentre el mineral: en un radio de 30-35 kilómetros, es decir, donde está Matsa, Magdalena y Sotiel, es la distancia económica máxima donde deberían ubicarse las minas que aporten mineral a la planta. A más distancia, a 40 o 50 kilómetros de aquí, quizá podríamos plantearnos hacer un tren interno para llevar el mineral. Por eso, en paralelo, tenemos un número interesante de concesiones de exploración: en torno a 124.000 hectáreas, incluyendo la mina actual. Para mantener esta dinámica de producción, a quince años vista, deberíamos tener el doble de hectáreas de exploración. La faja pirítica ibérica es el ambiente geológico más importante del mundo, con 1,5 millones de hectáreas, y nosotros buscamos estar explorando en unas 250.000. Cualquiera puede investigar.

P. Es cierto que históricamente nunca se ha investigado seria y consistentemente el potencial de la faja pirítica...

R. Siempre se ha venido trabajando, y concediendo permisos, sobre las minas ya conocidas. Matsa ha salido de esa tradición, hemos ido a zonas francas, inexploradas. Qué va a ser el futuro de Matsa, me preguntabas. Bueno, una vez que tienes ese área de exploración y explotación de unos 50 kilómetros alrededor, ya puedes pensar en esos sistemas de transporte como un tren y siempre será más económico volver a ampliar esta planta de nuevo que crear otra nueva. Pero llega un momento en que se sale de contexto, deja de tener sentido si los yacimientos están más lejos. Y entonces puedes pensar en abrir otra planta. Por ejemplo, hoy estamos investigando en Paymogo y Puebla de Guzmán [cerca de la frontera con Portugal], que está a 100 kilómetros de aquí. Este es un lugar potencial para abrir otra planta. Esto está asociado a intereses que tenemos al otro lado de la frontera, para poder investigar allí. Mi objetivo es incrementar la producción y el negocio, ampliando la planta aquí, o con una nueva planta, o con ambas cosas. Creemos que existen depósitos no investigados, como Magdalena, que está en medio de la nada, no se sabía que existía pese a que aquí se explora desde el siglo XIX. Está a 300 metros de profundidad, y llega a los mil metros de profundidad. Hay que explorar y comprender qué pasa a esas profundiades para identificar estos depósitos.

P. Bueno, volviendo un momento a Emed, también en la mina de Riotinto hay ya una planta de procesado de mineral con capacidad de hasta 10 millones de toneladas al año...

R. Efectivamente, por eso nos interesa también Riotinto. Porque está ya a 60 kilómetros de aquí, se te sale del radio. Y puede generarse allí otro polo, como el potencial de Paymogo-Puebla de Guzmán. Ahora son visiones corporativas estratégicas, que habría que materializar.

P. Con todo esto, ¿qué representa entonces España para el desarrollo del negocio minero dentro de Trafigura?

R. A Trafigura le interesa el negocio minero, y tiene proyectos interesantes en África (en República Democrática del Congo y Angola), Cuba, Perú (donde ya opera una mina) y también proyectos de carbón en EEUU. También en Asia, valora proyectos en México o también en Mongolia. Pero cuando evalúas todos estos países, pues hay muchas variables a analizar para decantarse por uno u otro. Y problemas políticos o sociales entrán en juego. España tiene cosas interesantes a favor: seguridad jurídica, estamos en Europa, estamos en un muy buen ambiente geológico. Para mí la única desventaja de España es que es un país caro para hacer minería. Tienes que buscar métodos muy eficientes para hacer una minería económica. Matsa se ha posicionado, dentro de todos esos otros proyectos y países, como una operación segura y eficiente. Y esto da confianza al inversor para crecer de manera más rápida en España respecto a otros lugares. E incluso para exportar buenas prácticas desde aquí a otros países. La mayor inversión aquí es desde gace tres años: la del puerto, la mina Magdalena, la exploración, la ampliación de la planta. Matsa es el origen de la consolidación de un grupo minero dentro de Trafigura, porque operaciones las había antes en otros lugares.

Costes

P. La minería siempre está sujeta a la evolución de precios. ¿Cómo se protegen ante las bajadas, teniendo en cuenta la amplia racha de años con buenos precios que se lleva acumulando?

R. Hay minería sostenible en el tiempo, y otra que nace y se apaga con los precios. Cuando aterrizamos en España, lo que primero nos planteamos son los riesgos para hacer sostenible la operación: y aquí todo es muy estable, el único y mayor riesgo es el de los precios. Vimos la evolución del precio del cobre desde 1926 a 2011, incluyendo el valor anual y el precio del dinero en cada año, y la inflación. Este ciclo no es que sea un boom, en otras épocas hubo ciclos mucho más rentables que el actual, como en la segunda guerra mundial, pero fueron puntuales. Es cierto que hoy hay una cresta de precios interesantes. El periodo más crítico fue entre 1997 y 2002, cuando en España se desmanteló la industria minera: se llegó a vender el cobre por un dólar o incluso 80 centavos la libra. Y nosotros nos planteamos cómo lograr una operación minera para que nos costara un dólar producir una libra, que es la única variable que nos permitiría tener salud económica en el tiempo. En España, los costos fijos (salarios, electricidad o combustible) son caros. Entonces, a qué nivel de producción tendríamos que ir para lograr un nivel óptimo: y vimos que era entre 3,6 y 3,7 millones de toneladas al año. Por eso hemos ampliado la planta hasta 4,4 millones, para lograr economías de escala gracias a la simetría operativa. Y para ampliar había que hacer mucha exploración. Y diría algo más: el costo de 1 dólar por libra es con el mineal que tenemos ahora. Si encuentras mineral muy rico, ese costo baja porque con el mismo costo, tienes más cobre. Y cuando descubrimos Magdalena, que tiene una ley más alta que Matsa, nos damos cuenta de que el potencial de la faja pirítica es espectacular. Y a esos cinco años, con los parámetros que ahora tenemos, nuestro costo estimado va a ser de 1,3. Empezamos con 3 dólares por libra, y no por que seamos magos, sino porque hemos estabilizado la operación y reducido costos.

P. Con respecto al centro logístico en el Puerto de Huelva que citabas antes. ¿Qué objetivo tenéis con esta infraestructura?

R. El negocio minero tiene muchas facetas. Nosotros hasta ahora producimos sólo el concentrado de cobre. Uno de los objetivos de este centro logístico es el de disminuir nuestros costes. Primero, mezclando la producción que hacemos en uno, dos o tres meses, e incluso comprando concentrados de otras minas de otros países, para mezclar esos concentrados entre sí y, con esas mezclas, lograr concentrados muy interesantes para las fundiciones. Esto te genera beneficios adicionales. Además, con el centro podremos sacar toda nuestra producción desde Huelva, porque podremos contenerizarla con nuevas grúas que construiremos. Ahora sólo puede salir de este puerto a granel. Usamos por ello también el puerto de Algeciras, para quien nos pide la mercancía contenerizada, pero eso eleva nuestros costes por el transporte en unos ocho dólares por tonelada, lo que supone mucho dinero a lo largo del año. Y, además, con esta terminal también podemos abaratar el coste de algunos de nuestros insumos, como el cemento del que consumimos mucho, que ahora compramos en Huelva pero que podríamos comprar a otras compañías del norte de África o de otras zonas de España, por ejemplo.

P. De los lugares donde investigáis en Huelva, ¿dónde hay más potencial?

R. Bueno, uno no investiga por que sí. Aquí tenemos 14 geólogos que son quienes se comunican con la tierra, hacen hablar a la roca. En España hay mucha información geológica y minera. Una vez vistos planos y mapas, usamos métodos indirectos. Como el VTEM, que manda señales al subsuelo y procesa la información que recibe. Así descubrimos Magdalena, en 2012. Pero esta tecnología funcionaba sólo hasta 300 metros. Y hablamos con la empresa fabricante para producir un equipo que llegaba hasta los 700 metros. Y en Paymogo y Puebla de Guzmán hemos visto potencial, ahora empezamos con sondeos físicos; y luego empezamos una ingeniería de detalle. Es todo muy largo. Estamos viendo planos y mapas desde Ayamonte hasta Paymogo, y luego tenemos una gran actividad en el eje entre Matsa, mina Magdalena, mina Concepción y Majadas (junto a Riotinto), que es prioritario porque está cerca de la planta actual. Gastamos más de diez millones de dólares al año en investigación.

P. Sorprende que penséis incluso, a largo plazo, en un proyecto de fundición cuando ya existe una en Huelva, la de Atlantic Copper, que incluso se baraja ampliar desde hace tiempo

R. Me refería a visiones muy estratégicas, si se diera el caso. Ahora se manejan mercados globales, que te llevan a donde sea más económico. Una inversión para una fundición es espantosamente cara. Ahora el mercado chino es muy competitivo para poner fundiciones allá, por lo que la misma empresa no dudes de que la pondría allá. Las restricciones ambientales son más suaves. En Huelva, plantarte con una fundición, pues no lo desestimo como puerta a Europa. Si se desarrolla la faja pirítica con muchas minas pues a las empresas se les ocurrirá plantearse esta inversión. Atlantic Copper también piensa en ampliar porque piensan que si se desarrolla la faja pirítica ellos podrían ganarse el mercado de tratamiento del concentrado.

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