Andalucía

Bioeconomía, una oportunidad de especialización inteligente

  • Nuestra capacidad científica y tecnológica, pública y privada, es significativa

El desarrollo de una nueva bioeconomía, basada en el aprovechamiento biotecnológico de la materia orgánica renovable (biomasa), como alternativa más limpia y más sostenible a la actual economía dependiente de recursos fósiles, se ha consolidado como una de las prioridades de la estrategia económica y tecnológica de la UE.

Así, se está priorizando la producción sostenible y respetuosa con el medioambiente de energía y diversos bioproductos de alto valor añadido como bioplásticos, biolubricantes, biosolventes, etc.

La biotecnología aplicada al desarrollo del mercado de bioproductos ha sido identificada como una de las tecnologías habilitadoras esenciales por la Comisión Europea (CE), con vistas a alcanzar los retos planteados para el año 2020 en Europa. Cuenta con apoyo financiero de la CE y existen claras capacidades científicas y empresariales a nivel andaluz y nacional para posicionarse en los mercados internacionales en este campo a través de la cooperación.

La construcción de la Bioeconomía europea plantea un reto de negocio de envergadura, ya que si se quiere obtener el máximo de un sistema productivo basado en biorrefinerías, la vía óptima puede ser el desarrollo de clústeres tecnológicos y de alianzas intersectoriales y/o transnacionales, como ha sucedido en Bélgica, Holanda, Alemania y Francia. Castilla-La Mancha está apostando para aprovechar esta oportunidad a través de su estrategia de especialización inteligente (RIS 3).

Andalucía posee una industria energética referente en renovables, que puede tener papel activo en la transición hacia bioindustrias. Además posee un sector agroindustrial muy fuerte y un sector biotecnológico dotado de conocimiento propio, patentes y plataformas biotecnológicas de ingeniería genética, bioprocesos, cultivo/selección de microorganismos y/o valorización de compuestos bioactivos, además de una cultura de innovación y cooperación, que pueden ser fundamentales para implicar a sectores tradicionales como el agroindustrial. Es importante destacar que se dispone de capacidades científicas y tecnológicas muy significativas en los sectores público y privado de Andalucía y España para el desarrollo de la bioeconomía.

Para aprovechar todas estas ventajas, hay que promover un contexto de apoyo al sector biotecnológico que permita abordar, con garantías de éxito, los retos socioeconómicos que plantea la estrategia europea en bioeconomía. Aprovechar los recursos disponibles en España y Europa para generar convocatorias de proyectos bajo el formato innovador de la Compra Pública Precomercial, facilitaría que el sector biotecnológico pueda asumir un importante papel estratégico en las próximas décadas.

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