Vincular el IVA con la financiación de la Seguridad Social quizá ayudara a que se recaudara más.
El pasado 8 de abril, la Dirección General de Asuntos Económicos de la Comisión Europea hizo público un informe de corte académico sobre la reforma fiscal en España. En dicho informe se comenta la posibilidad de vincular las recaudaciones del IVA con la reducción de cuotas de la Seguridad Social, algo en línea con lo recogido en el informe de los expertos que fue dado a conocer el pasado mes de marzo.
En la Unión Europea actualmente está previsto que el IVA grave el consumo dentro de un determinado país y que su recaudación forme parte de los ingresos del sector público de ese país. Las exportaciones no están gravadas con este impuesto, al exportador le son devueltas las cuotas soportadas cuando despacha sus mercancías en frontera.
Esto supone que al aumentar las exportaciones esto no se traduzca en mayor recaudación por este impuesto. Con las importaciones ocurre lo contrario, una vez satisfecho el arancel, el importador las incorpora al circuito del IVA. En otras palabras, si aumenta el déficit exterior por aumento de importaciones y disminución de exportaciones, a corto plazo aumenta la recaudación fiscal. Pero esto supone que se desplaza la producción a otros países con la consiguiente pérdida de inversiones, empleo y actividad a medio plazo.
Dada la estructura actual del impuesto existe un nexo entre el mismo y la sostenibilidad del sistema de seguridad social, ya que puede aumentar la recaudación del IVA por deterioro del déficit exterior y este déficit generar pérdidas de empleo y en consecuencia deterioro de las cuentas de la seguridad social.
Por otro lado, el IVA es un impuesto indirecto, sin relación directa con la capacidad de pago y por tanto difícil de explicar. La Seguridad Social se financia mediante cuotas, poco visibles al ciudadano y que aumentan los costes sobre el empleo, esto reduce la competitividad, el empleo y en consecuencia los ingresos por cuotas.
Un sistema que vincule las recaudaciones del IVA con la financiación de la seguridad social podría servir para hacer visible a los contribuyentes que una mayor recaudación por este impuesto tendría como contrapartida sostener el sistema de la seguridad social. Además, ésta mejor percepción del impuesto puede ayudar a mejorar la responsabilidad social sobre el mismo, facilitando la colaboración para evitar su elusión. Quizá estas sean las líneas que intentan sugerirnos nuestros socios europeos.