
Retrocedió sólo un leve 2 por ciento el pasado ejercicio, tras el descenso del 14 por ciento en 2011 respecto al año anterior.
El grupo Sando, situado entre los primeros del sector de la construcción en España y el primero de Andalucía, ha frenado su caída de ingresos hasta los 640 millones en 2012, lo que supone sólo un dos por ciento menos que el año anterior. En 2011, la compañía andaluza facturó 650 millones de euros, un 14 por ciento menos que en 2010. Durante la crisis, la tónica dominante ha sido la disminución de ingresos. En la época álgida del boom de la construcción alcanzó los mil millones.
El grupo malagueño obtiene fuera de España el 20 por ciento de sus ingresos y en 2012 se reforzó en Latinoamérica con una primera obra en Colombia, así como en Europa del Este.
Además, la constructora andaluza logró el pasado año un hito clave para garantizar su continuidad como empresa. Tras más de un año y medio de negociaciones, la compañía familiar malagueña, que preside José Luís Sánchez Domínguez, alcanzó un acuerdo para reducir y refinanciar su deuda. La reestructuración financiera contemplaba una reducción de un tercio de su deuda, quedando situada en 704,7 millones.
También separó el pasivo procedente de las actividades inmobiliarias del que se corresponde con la construcción de obra civil. Y obtuvo líneas de circulante para el área de construcción por más de 220 millones de euros. Parte de la deuda se convirtió en deuda de carácter participativo para reforzar la solvencia a largo plazo del grupo de empresas de Sando.
La compra de la inmobiliaria madrileña Agofer fue el detonante del aumento de la deuda y las dificultades financieras, que le obligaron a un primer proceso de refinanciación de 500 millones en 2009.