La compañía malagueña, que había declarado preconcurso voluntario sobre su filial de tecnologías de la información, asegura que evita el concurso pese a quedar algunos flecos pendientes con acreedores.
Sobre la campana, pero Novasoft ha logrado evitar el concurso de acredores, según ha informado la compañía malagueña en un comunicado. Tenía de plazo esta primera quincena de febrero, y el día 15 se ha pronunciado asegurando que ha alcanzado un acuerdo con sus acreedores comerciales y está muy cerca de lograrlo con los financieros. Con todos ellos lleva negociando desde el pasado verano, y el preconcurso lo solicitó a mediados de octubre.
La deuda de esta división, en la que trabajan 800 de sus 1.100 empleados (también opera en formación y en restauración), no ha sido desglosada por Novasoft. Pero las administraciones públicas aún le adeudan 11 millones de euros -eran 13 cuando se declaró el preconcurso-, procedentes de Andalucía, Murcia y Castilla-La Mancha. El grupo asegura que la expectativa de cobro de esas cantidades es positiva.
Ello, unido a un proceso de reorganización interna que ha supuesto despidos, ha logrado generar la confianza suficiente en sus acreedores.
Sin embargo, el fundador de Novasoft, el empresario malagueño Francisco Barrionuevo, sigue afrontando un frente judicial tras haber enfilado la solución del frente empresarial. La fiscalía Anticorrupción ha pedido su imputación en el marco de la investigación de las ayudas concedidas por Invercaria a la empresa Fiva, de la que Novasoft fue proveedor y accionista. El juez de Sevilla que investiga el caso rechazó esta petición de la Fiscalía, pero dejó abierta la puerta a que la Policía aporte nuevas pruebas sobre el caso.
